¿Cuál es la obra más cara de Fernando Botero?

“¿A dónde quiere que vaya su alma?”, le preguntaron a Fernando Botero hace unos años, en una entrevista para el diario El Colombiano. “A la tienda de la esquina donde vendan aguardiente”, respondió entonces el maestro antioqueño quien quizá justo ahora se encuentre disfrutando de un buen trago mientras mira cómo se lamenta su pérdida y se reconoce su legado.

Sí, el pintor y escultor originario de Medellín falleció este 15 de septiembre en su casa de Mónaco, por problemas de salud, a los 91 años de edad. Pero se ha ido encumbrado, sin duda, como uno de los artistas más importantes y reconocidas del siglo pasado y seguramente así será recordado en el actual.

“No quiero que me recuerden. ¡En absoluto! Quiero seguir vivo toda la vida”, dijo en otra entrevista el maestro Botero que hoy debe ser recordado como el prolífico artista que un día al pintar una mandolina descubrió esa nueva dimensión, más volumétrica, monumental y extravagante que se convertiría en el sello de su obra.

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Botero
Plaza Botero. Fotos: Ricardo Alonso

Recordarlo como el hijo pródigo de Colombia que tiene una plaza que lleva su nombre en su ciudad natal, en donde alguna vez le destrozaron una escultura con una bomba de 10 kilos de dinamita, en la época de los 90, cuando le narco tenía sometida a la sociedad de aquella ciudad.

Recordarlo como el artista crítico que se reveló con su obra contra los vejámenes cometidos por los militares estadounidenses en la cárcel de Abu Ghraib.

Recordarlo como el hombre de origen humilde que se convirtió en el artista latinoamericano vivo mejor cotizado.

La obra más cara de Fernando Botero

Es mucho lo que podemos decir sobre Fernando Botero, pero, por ahora, a manera de homenaje nos concentraremos en el precio récord que llegó a alcanzar su obra de valor incalculable.

Y no tenemos que ir muy lejos en el tiempo, pues apenas el año pasado el maestro Botero supero su propio récord como el artista latinoamericano con la obra mejor cotizada, al venderse en una subasta de Christie’s la escultura Hombre a caballo, por total de 4.3 millones de dólares.

Hablamos de una escultura monumental, de bronce, que mide 3.5 metros, la cual anteriormente, en 2016, había sido subastada por 1.84 millones de dólares, en Sotheby’s.

La segunda obra con más alto valor es Adán y Eva que en 2018 se cotizó en 2.9 millones de dólares en una subasta organizada por Bonhams. Se trata de otra escultura, compuesta de dos estatuas, que durante 4 años fue la obra más costosa de Botero, hasta que se superó a sí mismo en el 2022.

Por otra parte, sus pinturas también han alcanzado altas cifras en subastas. Para muestra el cuadro Los músicos (1979) y Los 4 músicos (1984) que tuvieron un costo de venta de 2.1 millones de dólares, convirtiéndose en los lienzos más caros del artista colombiano.

Asimismo, la obra Una familia se vendió en una subasta de arte latinoamericano realizada por Sotheby’s en casi 1.4 millones de dólares, estableciendo además el récord de la subasta latinoamericana con mayor recaudación en ventas, pues también contaba con obras de Frida Kahlo, Diego Rivera y Rufino Tamayo.

Sí, hablamos únicamente de cifras, porque el valor real de su trabajo será siempre un tesoro invaluable que afortunadamente, a pesar de su partida, podremos seguir disfrutando.