Algunos estudios se enfocan en crear grandes rascacielos, mientras que otros como Bjarke Ingels Group en diseñar ciudades completas sin importar si el proyecto es tan ambicioso que se prevé como la primera ciudad futurista con cero emisiones.
El estudio de arquitectura danés no le tiene miedo a los grandes desafíos presentando su plan maestro para el desarrollo de toda una ciudad ubicada en Gelephu, Bután, llamada Mindfulness City.
Para orientarte un poco este desarrollo estará en la frontera con la India y se construirá alrededor de una serie de puentes.
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Bjarke Ingels va por una ciudad completa
Mindfulness City se describe como un centro económico que sentará las bases para el crecimiento a futuro de todo el país, abarcando más de 250 mil acres e incluyendo algunos puntos obligatorios de toda ciudad como un aeropuerto internacional, estación de tren, presa hidroeléctrica, centro de salud y espacios recreativos para todos sus habitantes.
Según BIG, Bjarke Ingels Group, también están enfocados en crear oportunidades para el pueblo butanés y que este pueda invertir en tecnología, educación e infraestructuras con un enfoque mucho más ecológico.
Alejándose del ajetreo de las grandes ciudades que sueles causar bastante estrés sobre sus habitantes, Mindfulness City está pensada para brindar todo lo contrario, comenzando con tener bastante arroyos o ríos, espacios naturales y rindiendo homenaje a su nombre con mucha de la herencia espiritual del Bután.
La ciudad será como un centro espiritual con prácticas diarias y maestros de atención plena, mientras que el centro de salud combinará la medicina oriental con la occidental, además de incluir un acantilado artificial y paseos meditativos.
Como era de esperar, la ciudad estará impregnada de la cultura butanesa con arquitectura tradicional y materiales locales como madera, piedra y bambú. Habrá un centro cultural para educar a los visitantes sobre las costumbres locales y un mercado adornado con textiles butaneses, además de un invernadero hidropónico y acuapónico donde se mostrarán prácticas agrícolas antiguas y tecnología agrícola moderna.
Dado que Bután es un país con emisiones de carbono negativas, la ciudad se centrará en la sostenibilidad. La represa hidroeléctrica, por ejemplo, generará energía sin emitir gases de efecto invernadero ni otros contaminantes.