La marca homónima de Christian Dior ha resistido a los embates del tiempo, afrontando cada prueba que el tiempo le ha puesto y evolucionado con cada líder creativo que ha acogido dándole libertad de llevar a la Maison a nuevos parajes.
Desde hace cinco años, cuando Kim Jones se puso al frente de la casa de moda como director creativo, la marca se transformó en un punto de encuentro para el streetwear y la alta costura, pero si algo ha estado presente en cada colección de Jones son los códigos de diseño que llevaron a Dior a ser lo que es hoy en día.
Kim Jones homenajea a los exdirectores creativos de Dior
Como si se tratará del resurgimiento de las anteriores generaciones al presente todos los modelos emergieron del piso simultáneamente, permitiendo una mirada cercana a lo que Kim Jones nombró ‘New Look to New Wave’, colección que rinde homenaje al trabajo de Yves Saint Laurent, Marc Bohan y Gianfranco Ferré, todos exdirectores creativos de la casa, extrayendo ideas y trasponiéndolas a nuevas prendas.
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La colección spring-summer 2024 de Dior Men creada por Kim Jones es un collage de influencias e iconografía que tiene tanto de tradición como de subversión, incluyendo detalles femeninos y masculinos, perfectos para looks formales y casuales.
Son las siluetas de Yves Saint Laurent las que sirven como inspiración principal para esta propuesta veraniega a través del uso de materiales del tailoring británico que sirven para elevar las raíces de la moda femenina a looks masculinos.
Cumpliendo con el objetivo de llevar simples prendas de ordinarias a extraordinarias, el aspecto básico masculino de piezas como la cazadora Harrington, el polo, el cuello redondo y el cárdigan mutan a través de técnicas y estilos clásicos de Dior como el tweed, los bordados y el motivo Cannage.
El volumen, las aberturas, los pliegues y escotes se desprenden de las colecciones de 1959, el calzado se inspira en el bolso Lady Dior de 1995, la multiplicidad de bolsos pone la atención sobre los accesorios y los gorros de punto New Wave adoptan la silueta de gorras.
La paleta de colores está repleta de tonalidades suaves como el beige, ceniza y el crema que se contrastan con tonos mucho más fluorescentes como el azul, amarillo, fucsia, verde lima y coral.
La escarapela se sustituyó por una decoración Ronghua, exquisitas flores de terciopelo que se elaboran en China desde la dinastía Tang, pero ahora adaptadas a los colores de la colección hechas por los maestros en esta técnica que colaboraron estrechamente con los ateliers Dior.
Incluso la entrada parecía un reflejo de las femme fleurs de Dior, en donde los hombres fungían como flores exóticas que crecían desde el suelo, como una elegante obra de teatro que dejó asombrados tanto a quienes estuvieron presentes como a los que lo vimos a través de la pantalla.