Quizá no puedas presumir de un Ferrari o un Lamborghini en tu garaje, pero eso no impedirá que no puedas tener una parte de ellos adornando alguna parte de tu cuerpo gracias a Crash Jewerly, una propuesta que aprovecha piezas de automóviles accidentados convirtiéndolas en increíbles creaciones.
Detrás de esta ingeniosa idea se encuentra Christi Schimpke, quien aprovecha los materiales que llegan a Beverly Coachcraft, un taller propiedad de su esposo que se especializa en reparaciones de autos de lujo.
Ver un desfile de deportivos accidentados que requieren de un cambio de piezas puede terminar en una idea en la cual los suministros de materia prima nunca se acaban.
Desde puertas, capós, guardabarros y paneles con abolladuras y rayaduras pequeñas y grandes, estas joyas están fabricadas a partir de los mejores autos, lo cual garantiza que lleves contigo una pequeña parte de un gran deportivo.
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CoachCraft sólo trabaja en autos europeos de último modelo que sufrieron accidentes menores, Crash Jewerly usa piezas desechadas que se necesitó que fueran reemplazadas y no autos chocados en su totalidad pues estos sería un tanto morboso, y coincidimos.
Entre su joyería se puede encontrar un brazalete rojo con tres hebras sacadas de conectores chapados en oro mate de 24k y ‘diamantes’ cortados del metal de un 360 Challenge Stradale pintado en Rosso Corsa y otro en negro ónix con un acabado metálico hecho con piezas de un Aston Martin Rapide S.
Cuando Crash Jewerly nació, Christi tuvo que idear sus propias técnicas de producción, especialmente porque la pintura original de fábrica solía moverse cuando las piezas se doblaban. Tres años tuvieron que pasar para reducir los procesos de trabajo en los metales.
La popularidad de esta propuesta ha crecido tanto que incluso una modelo en la pasarela durante la Semana de la Moda en Los Ángeles llevaba una de las piezas.
¿No te gustaría llevar un joya hecha de tu deportivo de lujo favorito o incluso de tu propio automóvil?