Es cierto que muchos han tenido acceso gratuito a algunos videojuegos durante la cuarentena, pero también los gamers se han unido en la lucha contra el coronavirus de una forma que quizá no imaginabas.
Cientos de miles de ellos junto con otros aficionados a la informática se han unido desde distintas latitudes por una causa común: encontrar un tratamiento para el Covid-19, lo más rápido posible.
No, no están aportando recursos económicos, ni elaborando
gel desinfectante, ni participando en jornadas de difusión.
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O por lo menos no nos refereriremos a ese tipo de apoyo en este artículo, sino a uno más ligado a su pasión.
Gamers hacia la creación de una supercomputadora
Más de 400,000 voluntarios se han ido sumando a un proyecto que busca desentrañar la estructura del coronavirus (“Folding@Home”).
Gamers y geeks comparten sus datos y espacio en sus computadoras para apoyar este fin, creando lo que denomina como una ‘supercomputadora’, la más potente del mundo.
Con esto se espera poder efectuar billones de cálculos por
segundo para entender la estructura del virus y hallar la forma de combatirlo.
Este procedimiento, impulsado por biólogos informáticos de Washington University, Estados Unidos, es el mismo que se usó para hallar la cura del ébola en 2014.
Muchas grandes empresas, como GitHub, un servicio de
alojamiento web, se han sumado a esta iniciativa.
Lo mismo que el fabricante de procesadores y tarjetas de video Nvidia, que convocó a los usuarios de videojuegos a participar.
Cómo funciona
Para participar, solo se tiene que instalar una aplicación en la computadora o en la consola de PlayStation. La respuesta ha sido realmente extraordinaria.
“Folding@Home” reúne las capacidades de cálculo informático para entender los procesos evolutivos del coronavirus.
Específicamente, se busca en dónde insertar moléculas que maten al agente patógeno, explicó a AFP el profesor de bioquímica y biofísica molecular de la Washington University, Greg Bowman.
Y resaltó que este método de concepción de medicamentos, a través de la informática, ya dio frutos con el ébola.
Quizá esta sea una buena oportunidad para que el mercado de los videojuegos, acusados de mal influenciar muchas otras desgracias, sea menos estigmatizado.
Como sea, esperemos que los gamers ayuden a los científicos a desbloquear este nivel y avancen a la siguiente etapa, cada quien apoya desde su trinchera.