¿Cuántas veces has cambiado tu smartphone en la última década? Si eres de los que buscan tener siempre lo último, habrás desechado por lo menos ocho equipos que, en el mejor de los casos, están siendo utilizados por alguien más. Sin embargo, pensando en macro, imagina cuántos teléfonos son ahora simplemente basura. El impacto es realmente tremendo y Samsung quiere hacer algo al respecto con la iniciativa “Galaxy for the Planet”.
Al mismo tiempo que presentaba sus nuevos equipos plegables, el titán de la electrónica de consumo anunció, en el marco de su evento de lanzamiento Samsung Unpacked, que eliminará todo el plástico de un solo uso de sus empaques para 2025.
Pero, además, con “Galaxy for the Planet”, Samsung estaría planeando utilizar material reciclado en todos sus productos móviles nuevos para el mismo año, desde smartphones hasta auriculares.
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Pequeñas acciones para generar grandes resultados
Para Samsung, la integración de prácticas sustentables en cada etapa del proceso de producción será crucial para minimizar el impacto ambiental. Por lo que dentro de la plataforma Galaxy for the Planet, se encontrarán una serie de iniciativas que reunirán todas las bases para lograrlo.
Para muestra, la empresa recolectará los materiales reciclados en su producción teniendo en cuenta su resistencia, estética y durabilidad. Se eliminarán y reemplazarán todos los recursos y materiales innecesarios como los plásticos de sus empaques e incorporando soluciones ecológicas.
La marca está priorizando la tecnología de ahorro de energía, que aumenta la eficiencia energética y reduce el consumo de energía. Esto para que en los próximos cuatro años se logre reducir el consumo de energía en espera de todos los cargadores de smartphones por debajo de 0,005W.
Asimismo, se espera reducir los desechos electrónicos de manera global a través de los programas Galaxy Upcycling, Certified Re-Newed y Trade-In, y alargar el ciclo de vida de cada producto.
Todas y cada una de estás acciones que están comenzando a implementarse, servirán para minimizar la degradación ambiental, fomentar una economía más circular y evitar que la basura tecnológica llegue a los océanos, dándoles un nuevo uso como material reciclado para los nuevos teléfonos.