Tomando en cuenta para qué los usamos, nadie se atrevería a decir que los cepillos de dientes ocasionan algún daño y, sin embargo, lo hacen. El impacto ambiental que provocan es innegable y lamentablemente evidente.
Según algunas estimaciones, tan sólo en Estados Unidos, aproximadamente 1,000 millones de cepillos de dientes terminan cada año en el basurero.
Una cifra que se calculó pensando en un ciudadano promedio que reemplaza sus cepillos de dientes de plásticos cada tres o cuatro meses y que se vuelve aún más alarmante cuando se extrapola a la población mundial de más de 7 mil 500 millones de personas. Hablamos de cerca de 30 mil millones de cepillos de dientes que son desechados cada año. ¿Imaginas lo que es eso en términos de contaminación?
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Ante ello, se han buscado nuevas alternativas con materiales menos nocivos para la elaboración de cepillos de dientes más amigables: desde el bambú hasta plásticos biodegradables o como en este caso, metales nobles que, además, aportan belleza y otras cualidades a un producto tan común y terminan convirtiéndolo en algo extraordinario.
¿Cuál es el Rolls Royce de los cepillos de dientes?
¿Te imaginaste alguna vez un lujoso cepillo de dientes hecho de cobre, de plata esterlina o con un baño de oro de 24 quilates? Bueno, pues de eso hablamos, cuando hablamos de The Eternal Toothbrush, el Rolls Royce de los cepillos de dientes.
Se trata de un producto completamente artesanal hecho a mano en Florencia con plata esterlina naturalmente antibacteriana, cobre puro e incluso plata chapada con una capa extra gruesa de oro de 24 quilates.
Y no sólo son cepillos realmente vistosos, sino que, por las propiedades del metal con que están hechos, resultan nauralmente antibacterianos.
Pero más importante aún, al estar diseñados para durar años, quizá décadas o hasta siglos, permiten un gran ahorro del material plástico con que se elaboran otros cepillos, por lo que resultan ser no sólo los más lujosos, sino también los más sostenibles.
Para redondear su glamoroso estilo tienen una base de mármol de Carrara con inserciones de cobre puro o plata esterlina y mármol verde de los Alpes italianos para la versión de plata esterlina bañada en oro. Asimismo presentan una tapa protectora, hecha con los mismos metales e incluso una caja, también hechos a mano en Florencia por Alessandro Tinacci y Massimiliano Benvenuti.
Lamentablemente, ante el enorme trabajo artesanal que representan, están pensados como edición limitada a 30 unidades de cada material. Y son un proyecto que está en espera de alcanzar los fondos suficientes en Kickstarter, para poder hacerse realidad.