*La Fashion Week de Milán está robando todas las miradas de la moda. Por ello, recuperamos la entrevista que nuestra Directora Editorial, Begoña Cosío, le hizo durante su viaje a Italia.
La Vía Savona se encuentra en el área de ‘Savona-Tortona’, uno de los distritos más emblemáticos del mundo de la moda y la vida artística de Milán. En esta tranquila calle se encuentra un edificio de estilo minimalista, diseñado por Antonio Citterio and Partners junto con el Studio Beretta, con líneas simples y estructuras simétricas, pisos de concreto y altísimos ventanales que le dan al espacio una excelente luminosidad. Desde aquí se hace la magia, sede de las oficinas de Ermenegildo Zegna en estos pasillos se desarrollan los nuevos productos, se presentan las colecciones y se planean la apertura y lanzamientos de las tiendas, desde este cuartel se dirige el imperio.
Y es aquí donde voy a conocer al emperador: Gildo Zegna, el CEO de Grupo Ermenegildo Zegna y la cuarta generación con este apellido que ha llevado la marca a posicionarse como la autoridad de lujo masculino en todo el mundo. Es un hombre ocupado con una agenda completa, y dirigir una marca con este calibre no debe ser tarea fácil, pero Gildo llega sonriendo. Supongo que ha tenido un excelente día por que recibió con muchísimo gusto una botella de Tequila Clase Azul que traje en la maleta desde México. “Prefiero hacer la entrevista en español” me advierte antes de empezar, “así practico y lo recuerdo”, lo dice un hombre que habla cuatro idiomas y que ha estudiado tanto en la Universidad de Londres como en la Escuela de Negocios en Harvard y que se encuentra a la cabeza de una empresa con presencia en más de 100 países.
Junto con su primo Paolo Zegna, Presidente de la firma, Gildo se ha encargado de crecer Grupo Zegna, una empresa totalmente familiar, y llevar sus colecciones a los cinco continentes. “Cumplo 35 años dentro de la compañía. En vez de ser el viejo digo que soy el antiguo de la casa, pues a la joven edad de 60 todavía veo un desafío dentro de la industria no solo del hombre, si no de lujo. Hay que innovar continuamente nuestros productos pues el mundo esta en un cambio constante. Tengo mucho peso en la familia y es muy importante seguir el legado dando buen ejemplo con los resultados para preparar a la siguiente generación y darles la oportunidad que se pueda presentar. Hoy en día mi hijo y mi sobrino ya estan dentro de la empresa” me explica un hombre que trae la sastrería en la sangre y que ha crecido entre telares.
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EL COMIENZO EN LA MONTAÑA
Los alpes italianos esconden unos montañescos pueblitos que parecen salidos de algún cuento, y que además son ideales para esquiar en la época invernal. A 200 kilómetros de Milán en la provinica de Biella se encuentra Trivero, en donde Ermenegildo Zegna fundó su primera fábrica en 1910. Con una fachada de palacete en donde las hiedras envuelven las paredes, el lanificio esconde a 450 personas que todos los días se dan a la tarea de crear las telas de la marca.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Hijo de Angelo Zegna, quien había sido relojero de profesión, Ermenegildo empezó su primera fábrica en este valle rodeado de montes. Su prioridad siempre fue producir telas con la más altísima calidad que serían usadas para crear prendas masculinas. Aquí se convierte la lana en tejido, y el pueblito de Trivero empezó a crear una cálida comunidad alrededor de la marca Zegna, quienes admiraban a su fundador que construyó un parvulario, una piscina y un hospital. “Mi abuelo tenía un estilo muy reservado”, recuerda Gildo Zegna, desde las oficinas en Milán “era una persona de muy pocas palabras, pero cuando hablaba la gente lo escuchaba, tenía un trato muy sencillo y era un hombre muy claro”. Con el alma de filántropo y para agradecer a los bosques alpinos la compañía durante este emprendimiento, se encargó de reforestar la ruta Panorámica Zegna, a comienzo de los años cincuenta, la cual se convirtió en una excelente recorrido que utilizan senderistas y alpinistas para conocer más de fondo la naturaleza italiana.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Ermenegildo Zegna era un empresario, visionario, ecologista y un excelente ser humano, muy querido por todos su empleados así como también por la comunidad de Trivero. A cada uno de los obreros les contagió esa dedicación, pasión y creatividad por los tejidos. Además de fundar la fábrica, en donde se hacían las más preciadas telas que se vendían a los clientes, empezó a seleccionar las materias primas más exclusivas y las fibras más nobles. Hasta el día de hoy desde Australia y Nueva Zelanda se eligen las mejores lanas de merino superfina, en Sudáfrica se busca el Kid Mohair, hasta Inner Mongolia, patria del cachemir más noble, y, por supuesto, los altiplanos andinos del Perú para encontrar la excéntrica vicuña. Tanta es el hambre por descubrir la mejor calidad alrededor del mundo que el Grupo Zegna desde 2002 entrega el trofeo Vellus Aureum, al propietario de la oveja merino que produce la mejor lana, gracias a esto los dueños de los rebaños empezaron a sentirse orgullosos de su pastoreo.
En la búsqueda por expandir sus horizontes Ermenegildo decidió partir a América. En el pequeño museo de Trivero, dentro de sus archivos, se encuentran miles de libros con las tarjetas que escribía de puño y letra con el nombre, tallas y direcciones de estos nuevos compradores, muchos de ellos sastres americanos que elogiaban los tejidos italianos y se magnificaban de la suavidad en las telas. Era hora de conquistar nuevos territorios y descubrir otros mercados. “Aunque solo tenía 11 años, el consejo que me dio mi abuelo fue siempre dar un buen ejemplo, aguantar y trabajar muy duro. Estar atento, ser cuidadoso de cómo gastar y mantenerse fuera del social life. En su época eran muy respetados los tratos de caballeros, simplemente de palabra” nos platica el CEO y nieto del fundador.
Llegan los años sesenta, la moda masculina empieza ha evolucionar con modelos nuevos, soltura en los pantalones y patrones más modernos acordes a la época. La niñez de Angelo y Aldo, hijos de Ermenegildo, había sido jugar entre telares de la fábrica y como juguetes hilos, telas y fardos de lana. Era hora de heredar el legado. Los hermanos se ponen al frente de la compañía, listos para consolidar el liderazgo y hacer crecer la marca. Bajo su guía la compañía se adentra en el elegantísimo mundo de la sastrería, la artesanía de moldes y piezas que bajo un par de manos se transfiguran en impecables trajes.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Por la época aparecerían Gianni Versace, Giorgio Armani y Cerruti, por lo que era hora de reinventarse, crecer e innovar (una cualidad que ha marcado a Zegna desde sus inicios). Es entonces cuando renace Ermenegildo Zegna como una marca de lujo masculino, que propone además de trajes de alta costura, accesorios, artículos de punto y ropa deportiva. El imperio se había consolidado, la firma navegaba a distintos continentes, se volvía un ícono de elegancia y autoridad en marcar tendencia.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Haciendo honor al apellido los primos Gildo y Paolo, hijos de Angelo y Aldo, con los años entran al negocio familiar y se preparan para dirigir la compañía. Hoy en día Gildo como CEO y Paolo, como Presidente, han impulsado y posicionado la firma con boutiques en cuatro continentes además de penetrar al mercado en esta nueva ola del mundo online. No sin dejar atrás a sus hermanas Anna, Benedetta, Laura y Renata, quienes cada una en su rama han hecho que Ermenegildo Zegna sea el protagonista en la moda y el lujo masculino. La cuarta generación Zegna le ha colgado una nueva medalla a la historia de la firma, y todavía hay un enorme camino por recorrer: “para mi todavía es un desafío, necesitamos seguir cambiando para permanecer competitivos y mantener un liderazgo en el mundo del hombre de lujo. Tenemos que innovar bajo el perfil tecnológico y darle la oportunidad a las siguientes generaciones” platica Gildo quien asegura que durante muchos años más la marca seguirá dentro de la familia.
DE LA LANA AL TEJIDO
Hace más de 100 años, con la idea clara de ofrecer al cliente la mejor calidad en tejidos y con el sueño de convertirse en la manufactura de telas italianas más importante en el mundo, Ermenegildo Zegna fundó la fábrica de lanas en Trivero. Es el corazón de la firma, desde donde se hacen las entrañas de los trajes y lugar en el que trabajan 450 personas que producen alrededor de dos millones de metros de tejido al año.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Así como no todas las lanas son iguales, el gusto de los clientes varía mucho. Desde una caída suave, una tela más gruesa para el frío, un tejido brilloso o firme, hasta la suavidad del cachemir. Todo depende del tipo de oveja y el hilo. En el lanificio de Zegna sucede el proceso desde recibir la carga hasta entregar la tela lista para el sastre.
La fábrica conserva su aspecto –y fachada– de los años veinte, pero en el interior de sus dos plantas se encuentran el proceso artesanal y la tecnología para crear telas de la más alta calidad. Hay más de una docena de enormes máquinas con diferentes tareas en donde los trabajadores ajustan, supervisan, cargan y controlan constantemente.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Hacer los tejido es un proceso de casi 60 días de trabajo. Primero llega la lana (unos montones blancuscos enmarañados) en antiguos sacos de cáñamo. Con mucho cuidado se peina y repeina muchas veces para lograr una fibra más clara, uniforme y regular. Después las máquinas hilan la lana y se amontonan. Los maestros tintoreros se encargan de supervisar y mezclar los colores, en un proceso que aunque parece fácil es muy meticuloso y cuidadoso en donde se vierten los tintes.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
El hilado ya teñido se extiende en una máquina que con una increíble rapidez se va envolviendo en cilindros que forman el tejido. Es entonces donde sucede la magia, millones de hileras de telares tejen como arañas los hilados para finalmente formar la tela. El producto semifinal ya esta listo, se apilan los rollos de tela con distintos colores, texturas y patrones. Cada uno con el nombre de Zegna bordado en la orilla.
En un proceso más artesanal y laborioso se usa la cardencha de cardar, una flor seca, aserroda y espinosa para pinchar la lana y levantar su pelusa. Así los tejidos se convierten en lisos y suaves. Por último se observan los regazos a través de unas lupas de aumento y se examinan cualquier error para corregirse a mano con hilo y aguja. La tela esta lista para llevarse a Stabio, a 100 kilómetros de Trivero, para convertirse y coserse en una prenda.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
A lo largo de los años, Zegna ha sido pionero en la invención de nuevas telas como Centoventimila, tejido de lana merino extrafina, High Performance, resistente a las arrugas con hilo de torsión alta, Traveller, con la gran cualidad de ser transpirable y la estrella de la corona: el Techmerino. Al frente de la compañía Gildo ha impulsado la tecnología dentro de la empresa: “el valor del tejido para una persona que se hace una prenda a la medida es sumamente primordial, es una forma de ser. La colección de Sportswear es un proyecto muy importante por que Zegna es la única marca de caballero que hace su tela de una manera muy particular con alta innovación y calidad y por supuesto es en exclusiva. Bueno obviamente el Techmerino se inventó en nuestra empresa” nos platica.
El Techmerino se lanzó en 2003 como parte de la colección Zegna Sport, es una tela natural de alto rendimiento, ligera y extremadamente suave. Hecha de lana merino que ha sido tratada con técnicas de acabados especiales que la vuelve muy cómoda incluso en situaciones de movimiento. Además tiene una termorregulación contra el frío y el calor, mantiene la piel seca y el cuerpo a una temperatura constante. Ha sido todo un éxito dentro de la marca, sobre todo para las prendas deportivas.
DAR EL SIGUIENTE PASO
Hace siete meses se anunció el regreso de Alessandro Sartori al Grupo Zegna, en esta ocasión como director creativo de la marca, antes de unirse a Berluti en 2011 pasó ocho años como diseñador de Z Zegna, la línea casual de la marca. El diseñador ha conocido el estilo de la firma por muchos años y su talento, creatividad y pasión lo hacen una dupla perfecta para el grupo. “Alessandro Sartori será el único responsable del producto y de las prendas. Esta unión es muy importante por que le dará una visión clara y única a la innovación no solo de producto, si no de la marca y también incluso en las campañas publicitarias” nos cuenta Gildo, “conoce perfectamente al usuario, tiene buenísima relación personal con los clientes y la prensa. Es un hombre que conoce a la perfección el proceso desde la oveja hasta las tiendas, inclusive dentro de la parte de piel que aprendió en su estancia en París. Es un gran ejemplo, completa un hombre que tiene marcado Zegna, con una gran personalidad de cara al futuro. Veo esta nueva etapa como un desafío, que impulsar en el lado digital.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
“Gustos y hasta tejidos que aprendi la firma Ermenegildo Zegna al siá la marca y nos dará una nueva nube de energía. Además nos acercará a un público más joven, al cual tenemos como reto llegar. Es preparar a la nueva generación, no solo de la familia si no también de los directivos, pues como buena empresa familiar italiana a veces esperamos demasiado para pasar la batuta y hay que enseñar el camino de la marca y de la gestión por que detrás hay todo un sistema muy complejo” comenta el CEO. El mundo de la moda espero que el diseñador lleve a la firma Ermenegildo Zegna al siguiente escalón.
“Hoy en día impulsamos principalmente tres matices: el servicio a la medida, de nuestros mercados primordiales, muy importante en México y donde ha tenido una gran respuesta, encarrilar el servicio de calidad de tejido y de medida, que lo hemos hecho desde siempre y seguir siendo el Ferrari de la Fórmula 1 en made to measure. No como una política multiproducto si no como pluriproducto de la parte informal, el sport de lujo, prendas y accesorios y por supuesto los zapatos, a los cuales le estamos apostando” nos platica Zegna, “por otro lado el proyecto travel retail, que es muy interesante para las personas que se mueven y viajan cada vez más. Darles la posibilidad de comprar por ejemplo en el aeropuerto, en donde pasamos muchas horas, sin cambio de precio, pues adquirir una prenda en el aeropuerto les cuesta lo mismo que en la boutique de Polanco”.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
En un mundo en donde se insiste en fragmentar y etiquetar generaciones, Gildo se ha dado cuenta que en muchas ocasiones su hijo, 30 años menor que él, usa las mismas prendas o visten con el mismo outfit, “no es que los millennials o los baby boomers sean distintos, compran y consumen muchas veces los mismos productos, hay que tener cuidado con esta diferenciación” señala Gildo. Además la experiencia de compra ha evolucionado y con este reto de introducir tecnología en las boutiques la firma ha innovado sus servicios de una forma inteligente con análisis de datos en donde se conoce al cliente, su estilo de vida, sus gustos y hasta dónde ha comprado, por supuesto un sistema que le ahorra tiempo al cliente.
“El hombre en particular usa menos tiempo de compra que el de la mujer” cuenta Zegna entre risas. Para la firma Ermenegildo Zegna la sastrería como la conocemos hoy en día se transformará, aunque su estrategia de marketing se empieza a incrementar en el lado digital, por lo que nos explica el CEO: “la mercadotecnia se vuelve de multiservicio, la parte digital junto la mobile. El storytelling de lo que hacemos sentir, oler y ver en la boutique instituirlo en la parte digital. Sobre todo se habla mucho del retail con experiencia y emoción, entonces éstas son nuevas aventuras para el usuario fiel y una oportunidad a las nuevas generaciones de conocer nuestra marca”.
México siempre ha sido un mercado importantísimo para Ermenegildo Zegna, además de llegar hace más de veinte años al país, fue su pase de entrada hacia Latinoamérica, Gildo nos cuenta: “para nosotros los clientes latinos son de primerísimo nivel y cuando compran, nuestra marca es de las más elegidas. Es cuestión de servicio, trato y heritage. Aprecian mucho más la historia que hay detrás de la firma que los demás y son muy fieles”.
Cortesía archivo fotográfico de la marca
Gildo Zegna, en los últimos años como CEO, se ha tenido que dedicar más a la estrategia que al producto, ha involucrarse con el cliente, estudiar las tendencias y los cambios, la parte técnica de las prendas y relacionarse con el director artístico, aunque la moda la trae en la sangre desde pequeño. Como una empresa familiar Ermenegildo Zegna permanecerá como independiente y se quedará en manos de las siguientes generaciones, una visión que tienen muy clara Gildo y Paolo Zegna, quienes poco a poco relacionan a sus hijos en asuntos de la empresa.
“No es difícil trabajar entre familia cuando se ponen reglas y se respetan. Tengo una muy buena relación con Paolo, que es la más importante, y Ana nos ayuda muchísimo.La unidad es esencial, así como el respeto a la familia y a la siguiente generación. El punto es que cada persona tenga una responsabilidad definida. Por ejemplo, esta mañana he tenido un comité con la parte de Scholarship, es muy interesante esta beneficiencia, sobre todo fuera de Italia (Ermegildo Zegna Founder´s Scholarship es una fundación que busca ayudar a distintos talentos a perseguir su sueño con maestrías o doctorados y conseguir una mejor calidad educacional). Al final alguien tiene que estar a la cabeza, pero es un compromiso muy grande pues si te equivocas o lo haces bien siempre serás el responsable” finaliza Gildo.
Después de una plática para salpicarnos un poco más de ésta inigualable marca de lujo, con una gran herencia histórica, es hora de empezar la sesión de fotos para nuestra portada, una de las cosas que Gildo disfruta menos, ya que se mantiene alejado de los reflectores. Pero con su mejor sonrisa nos regala un par de fotografías que reflejan a la perfección el íntegro hombre que encabeza la firma. En esta tendencia de la eterna globalización y la compra y venta de compañías, Ermenegildo Zegna nos ha demostrado a lo largo de los años que las empresas familiares aún sobreviven y llevan el liderazgo en el mundo de lujo. Pero sobre todo que la alta calidad y tecnología son piezas claves, sobre todo para hacer perfectas piezas masculinas, pues como dicen en Milán: Italians do it better.
FOTOS PRINCIPALES: ALBERTO ZANETTI