El desfile que llevó a cabo Chanel hace algunos meses en Paseo del Prado, Cuba, dio pie a una colección de prendas coloridas, con texturas variadas y patrones inspirados en La Habana. Sin embargo, la ropa no fue la única en resaltar durante el desfile, también llamaron la atención las divertidas bolsas de la Cruise Collection 2016/17.
Para capturar la frescura y jovialidad, la firma optó por unir en los bolsos diferentes texturas con telas tejidas, lentejuelas, macramé e incluso patrones con franjas tajantes. El modelo clásico 2.55 fue reinterpretado en color khaki acolchado, con divertidos broches en forma de elementos tropicales, como piñas y palmeras, mientras que el strap de metal fue entretejido de telas vibrantes.
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Las piezas Boy fueron impregnadas con tonalidades veraniegas, deslavadas y combinadas entre sí, casi como el tie dye de los 60s; mientras que los clutches sólidos “lego” tomaron forma de pequeños baúles para viajar, decorados en temas caribeños.
Los contrastes en las texturas dieron vida a piezas que pueden trascender la temporada, como el satchel tejido en blanco, azul y rojo, cuyos colores y textura lo mantienen trending.
Karl Lagerfeld fusionó perfectamente los símbolos franceses con los cubanos, mientras exteriorizó la capacidad de la firma por permanecer joven en la industria, a pesar de su larga historia y tradición.