Ubicado en un lugar emblemático para la firma italiana -la planta superior del edificio Zegna en via Montenapoleone- el primer Atelier Bespoke de Ermenegildo Zegna busca tener un diálogo honesto, cuidado y directo con sus clientes.
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En él, la firma puede presumir de ofrecer un servicio exclusivo a todo el que se acerque a la via Bigli, 26. Y es ahí, en la misma entrada, que el sueño dorado comienza de la mano, siempre, de los trabajadores de la marca. Concebido como un taller de sastrería tradicional, el espacio se divide en área pública y área de trabajo. A la antigua usanza ya que ambas se encuentran conectadas, pero están separadas.
Una vez dentro, la mirada se detiene en el mobiliario: una silla, una percha y una lámpara son la antesala de una habitación de 107 metros cuadrados cuya ornamentación son piezas que evocan la propia historia de Zegna. De esta manera, se logra una combinación perfecta entre calidez y encanto, sin perder un ápice de sobriedad y sofisticación, tan característicos de la firma.
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Un largo pasillo, amueblado con una consola de Pietro Russo, lleva a la sala de espera, amueblada con sillones de Ignazio Gardella, una alfombra inspirada en Giò Ponti y una pantalla pintada procedente de Trivero. La sala principal está franqueada por dos puertas correderas de madera y metal.
Y es ahí donde surge la magia porque es el lugar en el que el maestro sastre y el cliente se reúnen, discuten e interactúan. El servicio Bespoke requiere tiempo y voluntad para obtener un resultado único. Es por esto que el Atelier Bespoke de Ermenegildo Zegna es perfecto para los hombres más exigentes.
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El director artístico, Alessandro Sartori, describe el servicio como una encarnación perfecta de la modernidad hecha a mano: es a la vez la cumbre de la tradición y el pináculo de la innovación.
Resultado de combinar también un ambiente muy hogareño con el mejor servicio personalizado que se vuelve, incluso, un espectacular ritual en el que el servicio de máximo lujo logra crear un vínculo emocional de poseer y vestir algo que sólo te pertenece a ti.
El taller, a demás, no sólo confecciona trajes y camisas a la medida. El servicio va más allá y los clientes podrán lucir ropa deportiva, piezas de cuero, prendas de punto y zapatos exclusivos y a su antojo. En este lugar nada es imposible, sólo necesitas hacer una cita privada con Angelo, el maestro sastre, que convertirá todos tus sueños en realidad.