El desfile de Chanel Cruise 2016/17 fue un momento memorable en su historia. Tras darse cuenta de la apertura que se está dando en Cuba, la maison eligió la Habana como locación para su primer pasarela en Latinoamérica.
Karl Lagerfeld eligió El Paseo del Prado para ver desfilar a los modelos con sus nuevas creaciones. Ésta, además de ser la calle que divide el Centro Habana y Vieja Habana, es una avenida que representa la unión entre Francia y Cuba pues fue un arquitecto francés quien la diseñó. En el desfile no modificaron nada, solamente pulieron el suelo.
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El show comenzó el estilo más representativo de la colección crucero, que es una mezcla entre lo masculino y femenino con acentos elegantes. El atuendo fue una chaqueta larga masculina, sobre pantalones anchos, zapatos de dos colores planos, camisa ceñida y un Panama hat. La guayabera juegó un papel fundamental, Lagerfeld le llamó “el esmoquin cubano”. En general, en todo el repertorio se percibió una fuerte influencia de la isla caribeña en cuanto a tonos, siluetas y estampados.
El montaje al aire libre fue espectacular, los cubanos se asomaban por los balcones de la avenida para poder ver un poco de lo que sucedía. (www.chanel.com/)