Innovar en el mundo de la perfumería es como crear un buen whisky o cognac, no depende de los años que se añeja en barrica, sino del conocimiento del perfumero para dar vida a una combinación perfecta, que agrade a cualquier nariz, no solo la de aquel que tiene el sentido del olfato entrenado. Las fragancias Tom Ford son así. Destacan por tener mucha personalidad y mezclar notas originales, menos frutales. Tales son el incienso, las bebidas espirituosas o la madera ahumada.
Aquí enlistamos cinco de nuestros perfumes favoritos de la marca.
Oud Wood
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Raro, exótico y distinto, este perfume artesanal cuyo ingrediente principal es la madera de oud, quemada dentro los templos en Bután, tiene toques de cardamomo, sándalo, vetiver, haba tonka, ámbar, palo de rosa y notas ahumadas.
Velvet Orchid
Un aroma floral oriental, muy femenino, que evoluciona el poder de la orquídea negra con notas cítricas, pétalos florales, miel y ron.
La nota de corazón es el pachulí, rodeado de toques amaderados, flores blancas y una influencia retro. Es una interpretación bohemia pero elegante.
Unisex, cálido e icónico, está inspirado en el cariño que el diseñador sentía por Londres. La fragancia mezcla especias con haba tonka, vainilla cacao, frutos secos y madera dulce.
Compuesto por pimienta rosa, naranja y ciprés con nardo, lirio y notas de vainilla, pachulí, castaña cremosa y orquídea en la base. Es la versión veraniega del Black Orchid.