En 1902 el Presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, se embarcó en una caza de osos que no rendiría frutos. Decepcionado por su derrota, Roosevelt decidió marcharse con la frente baja. Como forma de animar a su líder, un acompañante de la excursión logró conseguir y amarrar un oso a un árbol para que el mandatario pudiera dispararle. Para sorpresa de todos, Roosevelt se negó rotundamente a matar al animal; él no se rebajaría a algo así.
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Tiempo después, un artículo del Washington Post que hablaba sobre el oso rescatado dio la vuelta al mundo. Por todas partes decenas de jugueteros comenzaron a elaborar osos de felpa nombrados teddy bears en honor al Presidente. Entre los fabricantes, el alemán Richard Steiff fue uno de los más exitosos y famosos.
Años más tarde, un apasionado coleccionista de osos Steiff llevaría al peluche a una dimensión completamente nueva. Jerry Lauren, hermano de Ralph Lauren y director de diseño masculino de la marca, contaba con una colección de más de 30 ositos Steiff que inspiró a sus colegas para regalarle en 1990 un nuevo pequeño amigo vestido con la misma elegante indumentaria de su dueño. Aunque nadie lo supo en aquel momento, ese oso sería la llave que más tarde crearía un imperio.
Desde aquel momento, la tradición de regalar un teddy bear bien vestido inició entre los hermanos Lauren. Cada peluche acostumbraba ser elaborado en los propios talleres de la marca, así que la idea de presentarlo como una exclusiva nueva colección no tardó en llegar.
Apenas un año después, el primer Polo Bear hizo su debut en la tienda de Madison Avenue. El que fue llamado “Preppy Bear”, se limitó únicamente a 200 ejemplares que se agotaron de inmediato.
Durante las décadas posteriores, Polo Bear se convirtió en uno de los iconos más reconocidos de la marca. Camisas, chamarras, vestidos, corbatas y muchos otros artículos se vieron decorados con la imagen del peludo modelo. Algunas prendas incluso se convirtieron en objetos de colección.
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La inocencia infantil y elegancia madura del Polo Bear, sin duda crean una imágen original que ha enamorado a más de uno. Celebridades, modelos, músicos y artistas han demostrado su afición por esta tierna mascota en numerosas ocasiones. El propio Kanye West ha usado artículos con el osito en conciertos e incluso portadas de discos.
Hoy en día, el célebre oso es aún recordado con cariño por Ralph Lauren en diferentes colecciones. Indudablemente, esta mascota no oficial de la casa se ha consolidado como el juguete más importante del mundo de la moda.