¿Te imaginas una limonada con oro? Desde Francia para el mundo, Elixia lo hace realidad

Ya lo dice la sabiduría popular: si la vida te da limones, aprende a hacer limonada. Y qué mejor que una limonada con oro de 24 quilates como la de la marca francesa Elixia French Artisan.

¿Alguna vez te imaginaste que una bebida así sería posible? Pues desde Francia nos demuestran que no sólo lo es, sino que además luce y sabe muy bien.

Elixia French Artisan

Desde mediados del siglo XVI que Elixia French Artisan se dedica a hacer una limonada tan antigua como premium.

Video Recomendado

Desde los tiempos en que Faustin Girardet fundó la empresa familiar en 1956, este refrescante producto se elabora con la misma receta, incluido el ingrediente especial que no es el preciado metal, sino el agua directamente proveniente de las montañas francesas del Jura.

La calidad en los ingredientes naturales y el detalle que Elixia le pone a cada una de sus botellas es verdaderamente único y denota lujo en todas partes, desde sus envases de vidrio tradicionales, hasta el distintivo tapón mecánico o las contemporáneas etiquetas elaboradas por la firma, que adornan los envases.

¿Cómo se hace una limonada con oro?

Sin embargo, un paso más allá de su naturaleza premium, se encuentra esta bebida particularmente exótica y vistosa; una limonada con oro de 24 quilates que ha sido agregado en forma de diminutos copos que le agregan, antes que sabor, una apariencia distinta.

Los ingredientes de esta limonada con oro disponible en dos presentaciones (750 y de 335 mililitros) son agua carbonatada, azúcar pura de caña, licor de jengibre, aromas naturales, ácido cítrico y benzoato de sodio como conservante.

Otros exóticos sabores

Elixia comercializa, además, otros tipos de limonadas diferentes que se adaptan perfectamente a los gustos del consumidor y a los paladares más exigentes, desde la clásica hasta la de chocolate con extracto de cacao.

Asimismo está la Fairmin, que representa el regreso de una bebida francesa popular en tiempos pasados como lo fue la limonada con vino tinto o blanco. Una receta refrescante con poco alcohol, que combina autenticidad y modernidad; la orgánica con jarabe de agave y hasta la de cola, con el suave sabor de la vainilla de Tahití, las notas cálidas y especiadas, los tonos cítricos revitalizantes y la suave dulzura del caramelo.