Ron Matusalem se apoderó de Acapulco con This Is Rumba

Palmeras, sofisticación y un espíritu festivo indoblegable, todo envuelto en una atmósfera tropical y localizado en un paradisiaco puerto mexicano: Acapulco. Todo ello representaba un coctel que dio forma al carácter de aquel rincón guerrerense que hace varias décadas enamoró a figuras de la talla de Frank Sinatra y que se convirtió en un destino anhelado a nivel mundial.

El glamuroso cuadro que se pintaba en ese Acapulco se materializó de nuevo gracias al impulso de Ron Matusalem. La marca decidió recuperar aquel espíritu durante un fin de semana con su campaña This Is Rumba, que reunió a personajes nacionales de esferas como el diseño y la arquitectura, en un marco emblemático e ideal para este acontecimiento: el Hotel Boca Chica.

Un escenario dueño de su propia definición de cooly donde las épocas acapulqueñas más fascinantes parecen haberse quedado estacionadas de manera permanente, Ron Matusalem dio la bienvenida a todos los invitados con cocteles preparados con las Grandes Reservas de la marca y con un toque refrescante -como el Mojito Royal, fusión de Ron Matusalem con vino espumoso-, en línea por completo con el concepto que se montó en las instalaciones del hotel.

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Cada rincón de la sede fue transformado para que la experiencia fuera de 360º y los huéspedes pudieran sumergirse por completo en el concepto: la piscina, las habitaciones, el restaurante y el resto de los espacios adoptaron un look con el toque de elegancia tropical adecuado -tonos dorados, vegetación voluptuosa y potenciado con el maravilloso entorno que brindan el sonido de las olas rompiendo contra las rocas a un costado del hotel y los legendarios atardeceres acapulqueños.

La caída del sol en el puerto, con el cielo estallando en una explosión de color, brindaba una oportunidad ideal para degustar un vaso de Ron Matusalem 23, desde un camastro o acodado en la barandilla, disfrutando alguna de las creaciones del chef Keisuke Harada, y con la música de los DJs al fondo para redondear el momento. Por la noche, las estupendas fiestas organizadas en una suite y en el spa dieron a la noche un sello inolvidable.

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Con un ambiente festivo, sofisticado, con dejos vintage y, ¿por qué no decirlo? sexy, el take over del Hotel Boca Chica ejecutado por Ron Matusalem fue todo un éxito y dejó bien claro a que se refiere la destilería cuando establece “This Is Rumba”.