Todavía estamos en el mes patrio y aun si no lo fuera siempre sobran los motivos para deleitarnos el paladar con nuestra deliciosa gastronomía. Creando un maridaje excepcional, Bodegas Cepa 21 presentó una comida maridaje a través de una fusión mexicano-española.
Fue a través de una exclusiva selección de vinos de Ribera del Duero que sus notas crearon una perfecta mezcla con los sabores mexicanos de cada platillo preparado por el restaurante Limosneros.
Bodegas Cepa 21, unos españoles muy mexicanos
La bodega lleva en cada una de sus botellas el sello de calidad que su creador, José Moro, reconocido como uno de los 100 empresarios más creativos por la revista Forbes, quien caracteriza por siempre buscar la perfección y disrupción.
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Es así que Bodegas Cepa 21 apuesta por propuestas y fusiones innovadoras.
En esta ocasión, la bodega presentó cuatro de sus principales vinos: Hito Tinto, Hito Rosado, Cepa 21 y Malabrigo, los cuales se fusionaron con un ceviche de sandía con aguachile, chacales en recaudo negro, un taco de arrachera con membrillo y pico de gallo de xoconostle y para cerrar, unas chuletas de cordero.
Cada platillo se maridó a la perfección con los perfiles de cada vino, yendo del fresco y ácido Hito Rosado, el aromático tinto como es Hito Tinto, el intenso y frutal Cepa 21 y el tinto estrella que está conquistando los concursos internacionales, Malabrigo.
La excelente combinación entre sabores y notas consiguió un gran balance, logrando destacar los matices de cada uno de ellos.
Por supuesto, esta fue una perfecta ocasión para demostrar que Bodegas Cepa 21 apuesta por vinos que enaltecen la variedad Tempranillo, una uva insignia de la región, que tiene como diferenciador la orientación en la que se encuentran los viñedos situados en las laderas norte, donde encuentran una menor temperatura para conseguir una uva con una madurez más larga y unos vinos con una frescura más duradera.