Balcón del Zocalo tiene todo lo que un hot spot necesita para ser un hot spot: su oferta gastronómica es deliciosa, la vista del centro de la Ciudad de México es perfecta y la calidez de su servicio es muy local, muy mexicana.
El chef, Pepé Salinas, entiende a la perfección cómo sorprender a paladares nacionales e internacionales, no sólo a través de sus platos fuertes, lo hace de la manera más audaz: a través de sus postres.
Son pocos los lugares que analizan la importancia de un buen postre, pero Balcón del Zócalo lo hace con especial soltura. Para esta calurosa temporada, tiene una especial propuesta de platillos dulces a la que no podrás resistirte.
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Los probamos todos -sin culpa y completos como debe comerse un postre- y lo primero que debes saber es que son perfectos para la primavera: frutales, frescos y llenos de color.
Tania Aguilar, chef repostera del lugar, nos cuenta que se ha inspirado en el ánimo de una fiesta mexicana para crear su menú de postres de esta temporada. Así, comienza con una discreta fresa con sal de mar, aludiendo a que las festividades en México inician con tranquilidad.
El segundo tiempo es un postre de limón deconstruido, acompañado de merenque, yuzu, mousse de limón y chocolate de leche. Su textura es inigualable y va a encantarte si eres fan de postres como el pie de limón.
Por otro lado, el tercer postre de la carta es una maravilla. Se trata de un royale de yogurt con raspado de frambuesa y vino tinto, acompañado con uvas, manzana y naranja, con una cima de chocolate blanco.
La estrella de los postres en Balcón del Zócalo es el pastel Amalia, una explosión de chocolate con sorbete de cacao que está especiado con pimienta gorda, clavo y haba tonka. Es una delicia.
Los dulces platillos pueden acompañarse con té o maridarse con diferentes etiquetas de vino. Lo cierto es que postres como los de este hot spot de CDMX no encontrarás en ningún lado, tienes que probarlos todos.