Hasta la década de 1960, la grapa era sólo una cruda y ultrapotente bebida rústica en Italia. Destilado a troche y moche por los locales y convertido en una bebida de alto octanaje derivado del orujo de uvas de vino, este aguardiente fue poco útil, más allá de emplear los restos sólidos en las prensas de vino.
La mayoría de los productores de grapa han destilado por generaciones lo que tenían a su alcance, independientemente de su calidad; pero a finales de 1960, Giannola Nonino tuvo una epifanía. Razonó que, al igual que los enólogos italianos mejoraron la calidad de su producto terminado mediante la selección meticulosa de las mejores uvas, ella también podía refinar la grapa usando sólo productos frescos de los mejores viñedos y, más importante aún, las variedades más codiciadas. Así es como ella y su marido Benito, propietarios de cuarta generación de la destilería Nonino, comenzaron a desarrollar métodos únicos de producción, pero sin dejar de adherirse a las técnicas creadas por Orazio Nonino en 1897.
En 1973, Nonino se convirtió en la primera casa en ofrecer grapa destilada a partir de una sola variedad, la uva delicadamente dulce de picolit, y en 1984 la marca estaba produciendo grapa de varietales adicionales —merlot, chardonnay y moscatel—, así como de cerezas, duraznos, albaricoques y otras frutas. Hoy, las cinco destilerías de Nonino —las cuales pertenecen y son dirigidas por Giannola y Benito, así como por sus hijas Cristina, Antonella y Elisabetta— ofrecen una grapa tradicional blanca sin crianza, de tonalidades pálidas doradas, añejada en madera, conocida como reserva, así como grapa de vendimia.
El lanzamiento más reciente de Nonino ejemplifica el estilo inventivo de la marca. Antica Cuvée Riserva (129 dólares) es una mezcla hecha de merlot, cabernet franc y orujos de schioppettino, cuyos componentes tienen un añejamiento que va de tres a 20 años en barricas de roble europeo, que luego se mezclan y envejecen juntos por mínimo tres años. A pesar de su 86 proof, esta grapa permanece suave en el paladar; evoca sabores de vainilla empapados en roble y frambuesa confitada antes de su final persistente, digno de los mejores eau de vie.
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Recomendamos beber Antica Cuvée Riserva algo fría, en un vaso estrecho para concentrar su bouquet aromático; como acompañamiento, un puro CAO Italia Piazza (6×60 gordo, 6.60 dólares) o Gondola (6 1/4×54 torpedo, 7.80 dólares), que hará un emparejamiento más pulido que un toscano rústico laminado en seco. Estos cigarros, laminados en Nicaragua, incorporan el dulzor tostado del tabaco de relleno de Benevento, Italia: un complemento sofisticado para una de las mejores grapas de Nonino.
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