La esencia de Martin Miller’s celebra la locura

Inglaterra cuenta con varios símbolos que definen su identidad cultural. Autos, centros de moda, personajes, son elementos que delinean su rostro ante el mundo. La ginebra es un emblema tan británico como el que más. En esa categoría es en la que Martin Miller’s ha logrado establecerse por mérito propio en un universo tradicional, pero con una faceta innovadora que le ha permitido hacerse de un sitio propio.

La historia de esta ginebra comenzó con la inquietud de Martin Miller y dos amigos por crear una ginebra de categoría hasta entonces no registrada: super premium, que incluyera entre sus características una claridad ártica. Si ese deseo sonaba ambicioso, la intención específica de Miller iba aún más allá.

Además de un nuevo nivel dentro del mundo de este destilado, quería convertir su creación en un ícono por sí solo. Lo que buscaba era, en sus palabras: “Una destilación de corte clásico, desde el corazón del líquido, ajustada como un traje hecho a medida en Savile Row y, a la vez, tan suave y refinada como ese Bentley clásico que tuve”. Para ser más enfático, decía: “Quiero crear un clásico moderno, con un giro a la tradición”.

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Fotos:Martin Miller’s

Como resultado de esa visión, los fundadores pusieron manos a la obra. Combinaron procesos tradicionales con sus propios e innovadores métodos. Sus múltiples esfuerzos los llevaron a descubrir que la mejor combinación era destilar los botánicos cítricos y terrosos por separado, para mantener el corazón de ambos procesos. El resultado fue mantener al enebro como elemento dominante, pero sin opacar a los cítricos, por lo que la frescura se conserva.

Martin Miller’s, pioneros en destilaciones separadas.

A partir de los múltiples esfuerzos de sus fundadores, Martin Miller’s Gin ofrece un perfil donde están presentes cilantro, jengibre, salvia, limón y madera seca. Una nota dulce proviene del regaliz y la raíz de casia; hay además especias y hasta piel de lima y limón, que aumenta su frescura.

Encima de todo eso, está una clave fundamental: el agua de Islandia empleada para preparar esta ginebra. Se obtiene de la nieve que cayó en los glaciares hace más de ocho siglos. Al derretirse, el hielo se filtra a través de cientos de metros de roca volcánica, por lo que el contenido mineral se elimina casi por completo. Esa agua yace en mantos acuíferos subterráneos y es la misma que da vida a Martin Miller’s Gin.

Así, la receta para este símbolo inglés incluye el agua más pura, la locura innovadora en el proceso de combinar elementos cítricos y terrosos, y la intención de obtener un nuevo símbolo inglés. La misión fue un éxito y el resultado, genial.