Hacía tiempo que el mundo del whisky escocés no recibía a un invitado tan exclusivo. Master’s Ruby Reserve, de Johnnie Walker, que vio la luz a inicios de este 2021, cumple con lo necesario para obtener su pase directo al Olimpo de los Scotch.
¿Cómo definir esa exclusividad? No solo se trata de la edición limitada de 398 botellas a nivel mundial (de las que solo quedan seis disponibles en México), sino de la invaluable historia que acompaña a este Scotch.
Para empezar, Master’s Ruby Reserve es la edición que celebra los 40 años en la firma de Jim Beveridge, el reconocido Master Blender de Johnnie Walker, uno de los principales responsables del posicionamiento y reputación de la marca en la era contemporánea.
Beveridge es apenas el sexto Maestro Mezclador en los 200 años de historia de la compañía.
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Se trata de uno de los roles de mayor tradición en la industria de los destilados: desde su orígen, los Maestros Mezcladores se han encargado de fundar y liderar las destilerías, así como de crear nuevas combinaciones de whiskys gracias a su adelantado olfato y paladar.
En pocas palabras, los Maestros Mezcladores son quienes brindan la esencia y el misterio de los sabores que hay detrás de cada botella de los mejores Scotch del mundo.
Biografía envasada
Los 40 años de Beveridge en la compañía son suficiente razón para crear un homenaje único, pero no es lo más sorprendente detrás de Master’s Ruby Reserve.
Con esta edición, el objetivo de Johnnie Walker ha sido envasar esos 40 años de historia en una sola bebida, contar la odisea de Beveridge desde 1979, cuando llegó a la firma como científico de sabores, hasta sus logros de la última década, entre los que destacan su nombramiento como Master Blender of the Year durante dos años consecutivos (2015 y 2016).
“Pese a lo famoso y respetado que es, se trata una de las personas más humildes y de bajo perfil que encontrarás. He pasado mucho tiempo con él a través de los años y cada vez que me siento a su lado aprendo algo nuevo, desde los enfoques científicos iniciales hacia el whisky y lo que significa hacerlo, hasta las historias más increíbles”, ha dicho Ewan Gunn, embajador global de Scotch en Diageo, multinacional de la que Johnnie Walker forma parte.
Para lograr Master’s Ruby Reserve se eligieron ocho destilerías que han formado parte del recorrido de Beveridge.
Cuatro de éstas son destilerías fantasma, es decir, no existen más, pero se han guardado pequeñas reservas: Cambus, Carsebridge, Port Ellen y Pittyvaich. Cada una cuenta con más de 40 años de historia.
A las destilerías fantasma hay que sumar otras cuatro que permanecen y que han sido elegidas por su aporte al diseño de la bebida en diferentes niveles.
Destilería Talisker (que añade especias, intensidad, notas marítimas y un dejo ahumado); Royal Lochnagar (frutos negros); Glendullan (notas de chocolate amargo), y Cragganmore, de la que se desprenden frutos rojos obscuros.
Por último, Johnnie Walker Master’s Ruby Reserve 40 YO está envasado en un decantador de cristal Baccarat hecho a mano, bajo una técnica que se remonta al siglo XIX. El acabado rojo se obtiene gracias a la fusión gradual del mismo cristal con polvo de oro de 24 quilates a 540º C.
“El mundo no está hecho de átomos; está hecho de historias”, decía Eduardo Galeano. Y esa es la exclusividad detrás de esta edición especial de Johnnie Walker: es la historia envasada de su gran Master Blender, es una biografía brillante para celebrar.
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