Gardela, comida porteña italoargentina con mucha clase

Álvaro Obregón es una de esas calles en la Ciudad de México que invitan a recorrerla a pie, por su ritmo exento del frenesí característico de la capital y, claro está, por la diversidad y amplitud de su oferta culinaria. Al llegar al 31 de esta emblemática avenida, los amantes de la buena comida encontrarán una recompensa a la caminata. Ahí se localiza Gardela.

Tras los ventanales del restaurante, se percibe el ambiente típico porteño y se adivinan los sabores tradicionales de la cocina italoargentina: pastas espectaculares, exquisitas empanadas y, claro está, los más memorables cortes de carne, incluidos los que pasan por el complejo proceso Meat by Gardela, que arranca con la selección de nivel óptimo y continúa en cámaras donde se controlan condiciones como humedad y temperatura.

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Este restaurante ha consolidado su propuesta en una de las zonas de la capital mexicana más competidas en términos gastronómicos. La clave principal para ello ha sido la calidad innegociable, presente en toda la materia prima con la que configuran sus platillos.

Ahora, además de su oferta acostumbrada, Gardela presenta una nueva propuesta, un método que permite disfrutar más de sus sabores en la misma visita. Bajo el nombre de Menú de la Barra, el restaurante ofrece una selección de platos en formato de tapas, ideales para una animada tarde de convivencia.

Hacen aquí su aparición clásicos como el pulpo a la gallega, tacos de rib eye o el pepito de filete Gardela -con el nivel sobresaliente de la carne de la casa- y creaciones imperdibles como los tuétanos, flameados con tequila junto a tu mesa, que dan un toque de espectacularidad a la ocasión y provocan que comiences a salivar antes incluso de que el plato esté servido; el tiradito de atún ponzu, en láminas de sabores intensos y suave consistencia; o el tartar de filete, una tentación irresistible.

Para estos platillos y el resto de los que sirve Gardela, su carta de vinos ofrece un acompañamiento ideal para lograr una fantástica experiencia que encuentra un cierre estupendo con los postres del restaurante, con sabores que son al mismo tiempo sofisticados y hogareños. Todo este mix ha convertido al establecimiento en un imperdible de la colonia Roma y ahora, con el nuevo Menú de la Barra, en una opción estupenda para reuniones informales o como punto de partida para una noche de fiesta.