El drive-thru ya no es solo para cafés, hamburguesas, papas fritas y refrescos; en Nueva York también puedes encontrar un poco de un espectacular vino rosado sin la necesidad de bajarte de tu auto.
Sería alrededor de 1921 cuando este innovador concepto nacería en una cadena de restaurantes de Texas, revolucionando así la manera de comprar comida sin la necesidad de bajarse del auto. Hoy, en pleno siglo XXI, el drive-thru no es algo que como consumidores pueda llegar a sorprendernos; sin embargo, este concepto combinado con un poco de rosé, suena como una idea maravillosa que queremos probar ya.
Sana distancia y un poco de rosé
Las condiciones actuales a las que nos hemos tenido que someter como sociedad debido a la pandemia sin duda han cambiado muchos de los aspectos de nuestra vida como los conocíamos, y ante este panorama, diversas industrian han tenido que ‘renovarse o morir’.
Ese ha sido el caso de Wölffer Estate Vineyard, un viñedo sostenible ubicado en el corazón de Los Hamptons, que desde su fundación en 1988 ha sido sinónimo de innovación y hospitalidad en la Costa Este de Estados Unidos, y quienes como medida especial han tenido que recurrir a este concepto.
El drive-thru de Wölffer Estate Vineyard ha sido diseñado de tal manera que tanto los clientes como los colaboradores del viñedo pueden encontrarse a salvo; una vez que los automóviles han ingresado al estacionamiento, se puede encontrar una pizarra en la que están enlistados todos los artículos a la venta como si se tratara de algunas de las cadenas de comida rápida más famosas del mundo.
Una vez que se ha elegido el producto, se pasa a la siguiente parada, un carro pintado en color rosa que tiene exhibidas las diferentes botellas que los conductores pueden adquirir, para después ser atendidos de manera personal por uno de los colaboradores del viñedo -con cubrebocas por supuesto- que se encargará de preguntar cuál es el artículo que se va a consumir y si se prefiere frío o no.
Como dato curioso, son muchos los que opinan que Wölffer Estate Vineyard es el responsable de que el vino rosado haya ganado gran popularidad en Estados Unidos, por lo que la garantía de una gran producto existe de antemano.
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Todo el proceso se lleva a cabo sin ningún contacto -incluyendo el pago de los artículos-. Para finalizar con esta experiencia, las bebidas son puestas en el maletero de los automóviles, y por fin los conductores se encuentran listos para disfrutar de esta bebida una vez llegando a casa.