La singularidad de Dom Pérignon gana más notoriedad con Dom Pérignon Vintage 2009, una exclusiva edición limitada que este año viene firmada de la mano del japonés Tokujin Yoshioka y cuya fuente de inspiración ha sido la belleza, el espíritu y la armonía de la luz.
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Esa misma luz que arropó la cosecha de 2009 dio como resultado una pieza artística de edición limitada que reinterpreta el escudo emblemático de la Maison sobre el vidrio oscuro que impera en la botella. La idea del artista siempre fue la de otorgar a este escudo una experiencia sensorial similar a la de degustar el Dom Pérignon Vintage 2009 en toda su luz, color y emoción.
“Para mí ha sido una experiencia inspiradora y estimulante. Dom Pérignon permite a los artistas reimaginar sus códigos icónicos a través de la lente de nuestra estética personal”, explicó el artista Tokujin Yoshioka. A su vez, la botella viene acompañada con un cofre en el que se repite el escudo junto con la firma de Yoshioka.
En cuanto a su elixir, Dom Pérignon Vintage 2009 se caracteriza por estar hecho de uvas que alcanzaron un nivel de madurez que no será fácilmente superado una vez más. Todo, gracias a que a pesar del invierno áspero con una floración difícil dio paso a un agosto perfecto gracias a que fue cálido y seco. Algo que permitió que la fruta madurase a la perfección.
Por ello, su exclusivo aroma nos remite a notas de guayaba, picante y cáscara de pomelo verde que se combinan con frutas de hueso como melocotón y nectarina blanca. En boca, se aprecia inmediatamente la riqueza y la voluptuosidad que a su vez nos remite a diversas sensaciones sedosas, saladas, amargas y saladas que convergen y persisten.