Así es la Denominación de Origen que vas a querer en todos tus vinos

Solo una parte de los vinos procedentes de viñedos ubicados en Castilla y León dentro de una franja del Río Duero en España, pueden portar el sello de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Su experiencia los respalda, esta zona tiene su primera referencia vinícola hace más de 2,500 años, en el yacimiento vaccio de Pintia y ha sido galardonada con múltiples reconocimientos por su calidad. Toparte con esta denominación te garantiza un vino elaborado rigurosamente, sin prisas, sin atajos, el resultado del trabajo paciente de viticultores y bodegueros en climas extremos que le dan calidad a la uva.

La uva autóctona de esta región es la Tempranillo, que brinda el color, aroma y cuerpo tan característicos de esta Denominación de Origen y constituye más del 90% de la producción. Un vino Ribera del Duero debe tener por lo menos un 75% de uva Tempranillo en su elaboración. Cada lote de vino producido bajo la Denominación de Origen Ribera del Duero es calificado por el Consejo Regulador y se somete a un análisis instrumental (físico, químico y biológico) y a uno organoléptico. Esto te garantiza calidad y sabor superior. 

Tintos, rosados y ahora…blancos

Seguramente ya has degustado un vino tinto o rosado de Ribera del Duero, pero en 2019  integraron los vinos blancos a la Denominación de Origen. La uva blanca autorizada es la Albilo Mayor que debe de representar un 75% en la elaboración del vino. Los vinos blancos de Ribera del Duero destacan por su acidez equilibrada y bien integrada. Los vinos jóvenes son frescos con una gama aromática frutal y floral mientras que los de guarda tienen matices de vinos sofisticados y muy estructurados. 

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Degustar un vino blanco Ribera del Duero es una experiencia muy especial. De las más de 300 bodegas que forman parte de esta D.O. solo 30 elaboran vinos blancos, con alrededor de 5 mil botellas por añada.

¿Cómo identifico un vino de Ribera del Duero? 

Para saber que tu vino es efectivamente de la Denominación de Origen Ribera del Duero, el Consejo Regulador lo avala con un sello y una contraetiqueta numerada. Ahí se encuentra el folio de la autenticidad y avala la calidad del vino. Hay cuatro contraetiquetas con un código de color para identificarlos: 

ROJO- Crianza – envejecimiento mínimo: 24 meses tintos / 18 meses blancos y rosados, tiempo en barrica de roble: >12 meses tintos / >6 meses rosados y blancos, el resto en botella.

CAFÉ- Reserva – envejecimiento mínimo: 36 meses tintos / 24 meses blancos y rosados, tiempo en barrica de roble: >12 meses tintos / >6 meses rosados y blancos, el resto en botella.

VERDE- Gran Reserva – envejecimiento mínimo: 60 meses tintos / 48 meses blancos y rosados, tiempo en barrica de roble: >24 meses tintos / >6 meses rosados y blancos, el resto en botella.

VIOLETA- Cosecha – Vinos de autor. Joven sin barrica o bien Roble / 3 meses en barrica de roble. Los vinos bajo esta etiqueta son especiales ya que pueden ser tanto jóvenes con o sin barrica o un tipo distinto que no se ajusta a los requisitos específicos de Crianza, Reserva o Gran Reserva. Para conocer más sobre la Denominación de Origen y sus vinos, visita: https://www.riberadelduero.es/