Cuánto pagarías por un vino de 200 años que perteneció a Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte dijo una vez: “El vino es inspirador y aumenta enormemente la alegría de vivir”.

Y es que el estratega militar sentía una afición tan profunda por este elixir que hacía que le acompañara en todas sus campañas. Se cuenta incluso que fue la ausencia de vino lo que, como una especie de cábala, desencadenó la fatalidad en Waterloo.

En aquella ocasión el cargamento de champagne que esperaba no llegó y tras el final que ya todos conocemos, el emperador sólo pudo registrar en su diario una frase que pasaría a la posteridad acerca de esta bebida: “En la victoria lo mereces, en la derrota lo necesitas”, escribió.

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Lo cierto es que más allá del champán, Napoleón Bonaparte disfrutaba de tintos, blancos, rosados, cognac, y un raro vino de Ciudad del Cabo que a 200 años de distancia ha pasado bajo el martillo recaudando una muy buena suma de dinero.

A subasta el vino de Napoleón Bonaparte

Estamos hablando de una muy rara botella de Grand Constance 1821 que fue vendida por un total de 30,000 dólares en una de las subastas de vinos más importantes del mundo como lo es Cape Fine & Rare Wine Auction (CFRWA).

Fotos: CFRWA

Anunciado como un “verdadero vino unicornio”, se cree que esta botella es una de las últimas 12 que quedan en el mundo, lo que desató una feroz guerra de ofertas entre coleccionistas, de la cual salió vencedor un enófilo con sede en el Reino Unido.

El vino se había reservado para el disfrute exclusivo de Napoleón Bonaparte. Estaba previsto que llegara a la isla de Santa Elena, donde vivió su exilio, a fines de 1821, pero el emperador murió poco antes. Según la CFRWA, su última petición, antes de morir, fue justamente una copa de su amado vino.

Cómo era el vino

Este dulce vino de Sudáfrica es una mezcla de tinto Muscadel y Pontac que llega al mercado exactamente dos siglos después de que se cosecharan las uvas para la vendimia en los viñedos de Groot Constantia, cerca de Ciudad del Cabo.

A pesar de su edad, sigue siendo bastante caluroso. Se volvió a tapar en 2019 para prolongar la ya venerable vida útil del vino y garantizar que su sabor permanezca intacto.

La botella que pasó bajo el mazo fue parte de un lote subastado en Londres a principios de la década de 1980.

Otras dos botellas de este lote también se volvieron a tapar en 2019, lo que significa que los coleccionistas pueden tener otra oportunidad de disfrutar esa bebida que Napoleón Bonaparte ya nunca probó. ¿Cuánto darías tú por un tesoro así?