Conocimos de primera mano “Arango, Cocina de Raíces”. Quizás, uno de los restaurantes más bonitos y más jóvenes de la capital.
En Ciudad de México, escaparse de los lugares convencionales para disfrutar de una buena mesa se hace necesario si –como buen foodie-quieres que en tu menú impere el factor sorpresa. Un factor que en “Arango, Cocina de Raíces” sabe delicioso y el comensal no alcanza a distinguir si está más extasiado por la propuesta culinaria de Alejandro Cuatepotzo, o por las mejores vistas que ha tenido en toda su vida del Monumento a la Revolución.
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Situado en la terraza del número 157 de La República, y casi a un costado del renovado Frontón México, vibra imparable este restaurante que busca ser una revolución en sí mismo. De hecho, otro guiño a este espíritu se encuentra en el espectacular mural que firma Carlos Segovia y que se puede admirar en todo su esplendor desde el salón privado del restaurante.
Una vez que pruebes los platillos de Cuatepotzo sabrás que estás delante de la creación de un chef que conoce a la perfección la importancia de atreverse a mezclar productos endémicos de todo el país para lograr también esa revolución culinaria. Como consejo, si te quedas hasta que se ponga el sol pide la carta de cocteles. Al fin y al cabo, ninguna revolución que se precie se inició en la sobriedad.