¿De qué tienes ganas hoy? Una pregunta muchas veces difícil de responder cuando llega la hora de la comida y para la cuál es de mucha ayuda contar con un lugar de amplias posibilidades como el restaurante Amalia Gusto & Grill.
Y es que ecléctico es el adjetivo que mejor define a este restaurante de Polanco que lo mismo te da oportunidad de saborear los productos del mar que un buen corte de carne. En la privacidad de una cava o al aire libre, en la terraza.
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¿Especializado? Sí, en todo lo que hace, pero muy abierto a brindar un sin fin de oportunidades para diferentes gustos y paladares.
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Su terraza con techo plegable invita a traer a la mesa el sabor del Pacífico en un aguachile o la tradición de Perú en un tiradito. Más hacia adentro un muro verde demanda una suculenta hamburguesa en medio de esa atmósfera que remite a un pic nic.
La ambientación un tanto oriental al interior provoca a pedir un sushi, y por qué no, el de la casa, Amalia roll, que va acompañado de una salsa especial hecha a base de cilantro y sal de jalapeño.
Los cortes le van muy bien a otro espacio interior donde la decoración adquiere un toque más sofisticado, mientras que para los privados se antoja algo especial como el salmón.
Amalia te permite armar tu propia cava con tus etiquetas favoritas. Foto: Pedro Camacho
Descubre la cava de Amalia
Qué tal una cena romántica o un menú maridaje en la cava hecha a base de piedra volcánica que ayuda a mantener la temperatura necesaria, y estilizada con muros de vidrio que a luz muy baja crean una atmósfera tan íntima como elegante.
Son cerca de 100 etiquetas, muchas de ellas importadas, y no tan fáciles de conseguir en el país, esto con el fin de poder ofrecer a los visitantes algo diferente. Un motivo más por el cuál asistir.
De hecho, existen clientes que se vuelven tan frecuentes que hasta rentan por un año su propia cava, dentro de la de Amalia, para tener al alcance sus bebidas predilectas cada vez que vuelven allí.
Sólo hay que elegir, entre el catálogo premium disponible, un determinado número de etiquetas y mantenerlas, durante 12 meses, en un nicho que será identificado con el nombre del cliente y guardará bajo llave sus botellas, mismas que no es obligatorio consumir, forzosamente, en esta atmósfera subterránea, pues tarde o temprano la variedad de ambientes te lleva a descubrir otros rincones de Amalia.
Y ya que hablamos de bebidas, hay que destacar de una vez su propuesta con coctelería de autor, que junto con a los dj´s en vivo, cada fin de semana, hacen de Amalia un lugar perfecto para el precopeo.
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Para los amantes del postre también hay un lugar en Amalia, todos los pasteles están hechos en casa, desde el de zanahoria hasta el red velvet. Y ni qué decir del pan de elote o los helados artesanales como el de gloria, mazapán, bubulubu y vainilla.
Por todo esto y mucho más, justo ahora que se habla tanto de las experiencias, hasta en la hora de comer, bien vale la pena visitar un lugar que tiene más de una sola por ofrecer.