Inspirado en Guachimontones, una joya arqueológica del estado de Jalisco, llega el nuevo Tequila 1800 Guachimontón Añejo, una edición especial que rinde homenaje al pasado prehispánico de Teuchitlán, una región donde en su momento reinaron los árboles de naranjo y que hoy es dominada por el paisaje agavero.
Se elabora a partir de los mejores agaves de esa zona, alimentada por manantiales y una tierra de arcilla con alto contenido ferroso debido a la cercanía al volcán.
Un poco sobre Guachimontones
Guachimontones es una zona arqueológica que destaca por la particularidad de sus pirámides cónicas que se utilizaron como centros ceremoniales y que datan de los 200 a 400 d.c.
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También se encuentran en el lugar, una increíble cancha de 111 metros de largo en donde se jugaba el Juego de Pelota, y diversos puntos ceremoniales como La Iguana, El Azquelite y Círculo 4, El Gran Guachi entre otros, que en conjunto hacen de ésta una de las zonas arqueológicas más importantes del Occidente de México.
Este icónico lugar fue descubierto por Phil Wigan en el año de 1970, y actualmente recibe cientos de visitantes dispuestos a maravillarse por sus construcciones y paisajes.
Tequila 1800 Guachomontón Añejo
Guachimontón es un nombre que deriva de los árboles de guaje que fueron traídos en la época virreinal. El haberse establecido en una zona que ahora forma parte de la historia de este destilado permitió que Tequila 1800 reconozca su legado y la tierra que vio nacer sus pirámides.
La botella de Tequila 1800 Guachimontón está hábilmente diseñada para emular los relieves de dichos monumentos, reflejando los ciclos del tiempo infinito y por otro lado, está el color rojo que representa la arcilla del suelo volcánico.
Pero también fue una buena oportunidad de celebrar otro momento clave en la historia de la marca, aquel en el que se innovó utilizando barricas para crear el primer tequila añejo de la historia.
Razón por la cual al interior de Tequila 1800 Guachimontón se encuentre un tequila añejo hecho con los mejores agaves madurado en barricas nuevas de roble americano y terminado en barricas que antes guardaron licor de tequila con naranja.
Al servirlo en una copa se pueden apreciar tonalidades cobrizas y un color ámbar y al llevarlo a la boca esta se inunda de notas de miel, cáscara de naranja, sutiles notas de laurel, vainilla, tabaco fresco y aromas minerales.
El destilado es ideal para degustarlo con platillos a base de carnes rojas, camarones, así como quesos maduros, y funciona de igual manera con postres con toques cítricos, pues como te podrás dar cuenta la naranja es clave en su sabor y aroma.
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