México es un país rico en cultura, gastronomía, reservas naturales y, por supuesto, vino. El país cuenta con una importante producción vinícola de la cual surge una enorme variedad de vinos, entre los cuales escoger es en ocasiones un gran dilema.
Cada vino tiene una personalidad propia, adecuada para situaciones específicas, por lo que saber cuándo descorchar qué botella es de vital importancia para cualquier amante del vino que busque ofrecer a sus comensales (o a sí mismo) una experiencia gustativa diseñada a la perfección.
Para ayudarte a saber identificar cuáles son algunos de los mejores vinos mexicanos para distintas ocasiones, te sugerimos un excelente vino para cada estación del año con tal de que, en tus futuras veladas, ofrezcas una botella que haga perfecta coherencia con el momento.
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Primavera:
Mientras el frío comienza a partir lentamente, los platillos se vuelven ligeros y moderados, invitándonos a modificar los vinos sobre nuestra mesa. Primavera es una época ideal para recurrir a vinos espumosos y dulces, perfectos para acompañar comidas livianas o incluso beberlos solos en tardes cuando el sol esté radiante y la brisa ligera.
Entre los vinos espumosos podemos encontrar una gran variedad con la que podremos acompañar platillos como ensaladas, pastas, mariscos, tablas de queso e incluso postres.
Una buena opción para primavera podría ser un Fruité de la gama Sale Vivé. Producido en la Finca Sala Vivé por Freixenet México, ubicado en Querétaro, este espumoso con dieciocho meses de añejamiento presenta aromas florales ideales para la estación y una burbuja fina que combinarán a la perfección con cualquier platillo a base de carne de aves.
Verano:
Cuando la brisa veraniega se filtra por doquier y el sol en el cielo alterna con tormentas que dejan a su paso aires húmedos y cálidos, lo único que queremos es dejarnos tumbar en un camastro y dormir por horas. Cuando la temperatura sube, vinos blancos y rosados son ideales para acompañar platillos marinos y vegetales, o incluso solo refrescarse durante las calurosas noches de verano.
Esta estación es la indicada para reemplazar vinos pesados con otros más ligeros. Chasselas De Mogor Badan es un gran vino para la ocasión. Su uva, proveniente del Valle de Guadalupe, posee una rareza que le hacen único. Las notas de fruta blanca, hierbas y cítricos le hacen una opción vibrante con estilo europeo, ideal para tomar solo o con pescados.
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Otoño:
Una temporada de transición en la cual podemos usar ropa ligera en el día y abrigos en la noche mientras contemplamos a las hojas de los árboles caer una por una. Aunque aún podemos desistir de vinos más pesados durante el otoño, la estación nos invita a cambiar nuestros blancos y rosados tradicionales por alternativas con notas más firmes.
Los Chardonnays amaderados son una excelente opción para el verano. Sus sabores más profundos y ricos complementan a platillos más sazonados sin dejarse opacar. Para saber si un Chardonnay es amaderado o no, se debe prestar atención a los ingredientes que le componen. Vainilla, almendra nueces, mantequilla y acentos tostados son lo que caracteriza a este tipo de vino.
Una buena opción para esta estación sería un Quinta Monasterio Natal, Chardonnay originario del valle de Guadalupe con cuatro meses en barrica que destaca por su entrada suave con toques flores y un final cargado de aromas tostados, ideales para disfrutar durante las tardes templadas.
Invierno:
Mientras la temperatura comienza a descender, lentamente iniciamos nuestro retiro hacia la comodidad del hogar, donde las tardes de películas y cenas en casa no se acompañan con nada mejor que una buena copa de vino.
Aprovecha los días fríos de invierno para servir vinos de cuerpo completo, ideales para calentar y acompañar largas noches con amigos, familia o incluso solo con un buen libro a tu lado. Las cenas navideñas que usualmente acompañan a la temporada se verán beneficiadas con este tipo de vinos, ya que la gran variedad de platillos con sabores marcados ofrecidos se verán complementados perfectamente por las tonalidades sólidas de la bebida.
Un vino apropiado para invierno podría ser un Kerubiel de Adobe Guadalupe. El cuerpo del Kerubiel es completo y sofisticado, sin problemas para acompañarse con sabores fuertes. Este vino concentrado de color rojo brillante es uno de los más famosos de la bodega por su característico sabor vibrante.
Escrito Por Patricio Padilla, Becario De Robb Report México.