Roganto RA, el tinto de la casa

Vayamos a Baja California, atrás en el tiempo. Está terminando el siglo pasado y Rogelio Sánchez y Antonio Escalante quieren hacer vino. “Que sea una bodega itinerante”, dice uno de ellos, y el otro asiente. Al principio hacen vino aquí y allá, valientemente, sin más armas que la intuición y la pasión. Luego nace el milenio y con él una bodega formal, con nombre, Roganto, aunque aún no con un edificio del que pueda decir: Ésta es mi casa. Comparte año de fundación con Barón Balch’e y Vinos Torres Alegre: 2001, tal vez el primer año en que el crecimiento de las bodegas pequeñas de veras fue sensible hacia fuera de Baja California. (Yo puedo decir que antes de ese año para mí no existían bodegas mexicanas pequeñas. Existía Domecq, Santo Tomás, LA Cetto, Monte Xanic. En realidad, en el annus mirabilis de 1997 habían nacido Casa de Piedra, Adobe de Guadalupe, Montefiori y La Farga, pero no se puede decir que esas fueran realmente bodegas pequeñas.) Los señores de Roganto vinificaron sus primeras tres cosechas en Cavas Valmar –una de las viejas bodegas boutique de los noventa–, y las siguientes dos, 2004 y 2005, en Bodegas San Rafael, en el valle de Ojos Negros. Para 2006 ya se hicieron de una bodega al sur de Ensenada. Hoy tienen viñedos en San Vicente y compran uva de los valles de San Jacinto, Guadalupe, San Antonio de las Minas, Ojos Negros.

Tiene una sede, sí, pero Roganto una bodega con los pies siempre en movimiento. Tiene un portafolios cada vez más robusto. Tal vez sus mejores vinos son el Chardonnay Barrel Fermented, un Chardonnay instalado en una forma de hacer vinos que parece un rezago de otro tiempo –es su fiesta y será un vino de 1999 si se le da la gana–; el Tramonte, un Cabernet Sauvignon-Tempranillo cuya potencia no es mayor que su finura; el muy engalanado Tinta de la Baja Selección Especial, que es cien por ciento Tempranillo y desde el nombre asume a esta uva como la uva bajacaliforniana por pura antonomasia; la Mezcla Bordelesa Selección Especial que es exactamente lo que propone su nombre: Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot, Malbec con 24 meses en barrica; y, naturalmente, el RA: Tinto de la Casa.

Pausa. Contemplen el color del RA: sus matices de teja, de rubí. No es un vino típicamente bajacaliforniano: no hay aquí los colores de la súper extracción, de la maduración a tope (púrpuras, casi negros). Tampoco hay las notas aromáticas: frutas en compota, chocolate, ate de membrillo; hay ciruela, muchísima ciruela, y grosella: frutas jóvenes, frutas que no se caen de maduras. ¿Y en la boca? Hay redondez, astringencia, chispita, jugo: juego. El final no es eterno ¿pero por qué querríamos que todo dure para siempre? A veces necesitamos un final como un punto en la escritura; un final que dice Hasta aquí y no más allá; un final como este punto; este.

Por: Alfonso Ruvalcaba

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