Hace más de tres décadas comenzó una celebración dedicada al encuentro de dos bondadosas tierras del cognac cuya mancuerna ofrecía un elixir legendario conocido como Fine Champagne. Estas regiones, Petite y Grande Champagne, han sido responsables de uvas de alta calidad y un excepcional poder de añejamiento que el Maestro Bodeguero, Andre Guiraud, supo mezclar con pericia, dando como resultado el emblemático espirituoso XO de Remy Martin.
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Así, las ‘aguas de vida’ encapsuladas dentro del famoso decantador circular, son una compleja composición que atraviesa una dualidad robusta y suave conviviendo en la misma botella. Su sabor no falla al paladar; quien lo deguste notará la dulzura de las ciruelas acompañadas de naranjas y una pizca de avellanas con canela, todo esto sumergido en una prolongada textura tersa.
En cuanto a sus notas, será sencillo percibir referentes al verano y acordes florales como el jazmín.
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Durante casi 300 años de historia y tradición, los expertos de la casa francesa han desarrollado el arte de envejecer sus uvas al reconocer las condiciones ideales y los viñedos más prósperos y el XO es la prueba fehaciente de ello, pues necesita hasta 37 años en los barriles para obtener ese sofisticado color ámbar.
De tal manera, al ser un fine champagne tan especial, el mejor modo de disfrutarlo es imitando a su creador; beberlo en su estado más puro. Sin embargo, también puede servirse a temperatura ambiente o con hielos.
Rémy Martin XO tiene un precio de 4 mil 200 pesos en Palacio de Hierro.
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Y, por supuesto, no han cesado los reconocimientos para esta obra maestra; en 2010 obtuvo la medalla de oro en el evento Cognac Masters, cuatro años, después triunfó en la competencia San Francismo World Spirits. Con tales estrellas en su historial, quizá sea un buen momento para considerar el Rémy Martin XO como un digno regalo para el Día del Padre.