Para ti, ¿qué es lo más importante al momento de elegir un restaurante? ¿Lo instagrameable de su decoración, la presentación de los platos o su propuesta gastronómica? Nosotros creemos que el ideal sería conjuntar todo en un mismo lugar, como lo ha hecho muy bien Arango.
No hablamos de un restaurante nuevo, sino, por el contrario, de un establecimiento que ha venido cambiando, madurando e incluso sobreponiéndose a la adversidad que representó la pandemia con una cocina consistente y propositiva, un servicio muy cuidado y una de las mejores vistas de la ciudad.
Hoy que está incorporando cambios en su menú, por temporada, quisimos recordar algunas de las razones por las cuáles deberías visitar este lugar, ya sea por primera vez o por si estabas pensando en regresar.
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¿Por qué visitar Arango?
La primera de las razones salta de inmediato a la vista y es la hermosa panorámica que su ubicación nos regala. Practicamente desde cualquier mesa podrás disfrutar de una postal imperdible del Monumento a la Revolución, ícono histórico y arquitectónico de la Ciudad de México.
Recomendamos particularmente los atardeceres que ofrecen un inolvidable espectáculo natural o una visita por la noche, cuando la iluminación le agrega un encanto especial a este monumento.
A esto hay que sumarle la decoración que no desmerece frente a lo que vemos por fuera de los ventanales que prácticamente rodean el lugar y nos remite a otra época con el estilo Art Decó de su mobiliario.
La propuesta gastronómica
La segunda razón la acabamos de mencionar líneas arriba y es que siempre podrás encontrar algo nuevo en su carta que va incorporando los insumos de temporada para garantizar la frescura y agregar creatividad. Junto con este punto también destacamos la consistencia de la propuesta gastronómica del chef Alejandro Cuatepotzo, quien luego de haber trabajado a lado de grandes figuras de la gastronomía nacional como Enrique Olvera y Martha Ortiz, se ha hecho de una voz propia que hace eco en las cocinas de todos sus restaurantes, pero es más fuerte y clara en Arango.
Allí el chef celebra sus raíces, (por ello el agregado al nombre del restaurante “cocina de raíces”) y crea platillos audaces, a partir de ingredientes poco utilizados o técnicas innovadoras que actualizan la tradición. Sí, es comida mexicana, con gran influencia de Puebla, pero con toques de sabores y técnicas de otras regiones de México y el mundo.
Distintas formas de disfrutar del restaurante
Y si hablamos de tener una experiencia distinta en cada visita, no es necesario esperar a que haya nuevos platos en la carta. Basta con pedir que nos sorprendan con una degustación, que va adaptándose día con día e incluye creaciones que no están siquiera dentro del menú.
Nosotros tuvimos la oportunidad de probarlo y nos llevamos una grata sorpresa de seis tiempos que incluyó: desde ensalada de betabel rostizado con vinagre balsámico de higos y vinagreta de café, hasta un tartar de atún aleta azul con jugo de res y salsa hecha de hojas verdes, aceituna, albahaca y apio con pan pita hecho en casa. O qué tal un taco de berenjena con foie gras, almendrado y mousse de chile güero, un tamal de hongos con mole barroco o un chuletón de cerdo rostizado con vinagreta de té limón, ajo y ají acompañado de polenta con hongos. Y de postre: profiterol tibio relleno de manzanas estofadas y merengue italiano, panqué de nata tibio con salsa de rompope especiado o una tarta tibia de chocolate. Repetimos, esta propuesta cambia día con día.
Se puede elegir entre opciones de mar o tierra o si se desea intercalar alguno de los platillos. Los precios son de 975 pesos sin maridaje, más 490 pesos con maridaje.
Otra opción para disfrutar de Arango es el brunch, que no sólo se hace los domingos, sino también los sábados y ofrece distintos platos como el pan francés hecho con pan de pulque o el pancake de elote; mientras que de la parte salado tenemos a los infaltables chilaquiles, pero con un toque especial con mole barroco y crema ahumada; el papdzul relleno de huevo, los clásicos huevos benedictinos o los siempre confiables molletes con mezcla de quesos y chorizo. En el brunch de Arango los comensales podrán elegir entre tres opciones, según su antojo:
- Barra libre de mimosas, Aperol Spritz, cerveza nacional, bloody mary y cocteles sin alcohol por 300 pesos por persona.
- Platillos ilimitados + Barra libre por 900 pesos por persona.
- Platillos ilimitados + Barra libre + Mimosas con Moët Chandon por 1,500 pesos por persona
Para acompañar estas delicias, tendrás desde mimosas hasta cervezas, bloody maries y coctelería sin alcohol, todo a disposición para elegir a la carta o armar casi que un paquete personal que puede o no incluir bebidas alcohólicas.
En fin que opciones sobran y razones más, para visitar Arango y disfrutar no sólo de una de las mejores vistas, sino también de una gran cocina.