Tomar champaña en la rocas es una nueva tendencia. Sin embargo, no es para cualquiera. Abrir una botella Dom Pérignon P2-1998 y servirla con hielo sería impensable. “Champagne on the rocks” es una manera de beber etiquetas jóvenes destinadas solamente para ello.
Hace media década, Moët & Chandon lanzó durante verano la exitosa Moët Ice Imperial. Este año, presentó una nueva versión en rosa: Moët Ice Imperial Rosé (£59.99), sucesora también de la Veuve Clicquot Rich Rosé (£64.99), integrantes del conglomerado multinacional de marcas LVMH.
¿El secreto para tomar champaña con hielo? Azúcar. Cuando una bebida o comida que tiene demasiada azúcar es servida a temperaturas bajas, es percibida como menos “dulce”. Y, tanto Moët Ice Imperial Rosé, como Veuve Clicquot Rich Rosé, son más azucaradas que sus versiones Brut NV.
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Por ejemplo, Veuve Rich Rosé posee 60 gramos de azúcar por litro y cuenta con más cantidad de Pinot Meunier -40%-, que brinda mayor presencia a la bebida cuando se disfruta fría, así como 45% Pinot Noir y 15% Chardonnay. Lo que la convierte en la champaña perfecta para servir en un cóctel con piña, limón y té de tu preferencia. Por su parte, Moët Ice Imperial Rosé es obtenida a partir de 10% vino tinto y ente 10 y 20 % Chardonnay.