En el marco de la celebración de la feria de arte más importante de Latinoamérica, Zona Maco, Moët & Chandon trajo a México una verdadera pieza artística que, igual que todas las obras, refleja algo de la época en que ha sido creada. Hablamos de Grand Vintage 2015, la 76ª Cosecha de la Casa y la 45ª Cosecha Rosé, elaboradas con uvas recolectadas a finales del verano de 2015, cuya característica es la madurez y la calidad envolvente, mezcladas en champañas de delicadeza excepcional.
2015, un año de contrastes
Moët & Chandon Grand Vintage 2015 hace su debut en nuestro país en un espacio temporal que invita los asistentes a descubrir los impecables sabores e historia de esta añada, con una barra de champagne que se acompaña de platillos inspirados en los sabores del mar como maridaje.
La etiqueta Grand Vintage del portafolio de Moët & Chandon es una majestuosa mezcla de tres diferentes uvas – Pinot Noir, Chardonnay y Meunier – todas del mismo año de cosecha.
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Por ello, cada edición cuenta una historia única sobre su año, ya que todos los vinos que lo componen tienen cualidades inimitables de las extraordinarias uvas y donde cada añada refleja el momento de su creación.
De este modo, la colección de los Grand Vintages representa la memoria de la marca y cada edición permite adentrarse en la interpretación única y personal del Chef de Cava.
“El 2015 fue un año de conciencia y despertar sobre el cambio climático, tanto en el viñedo como en el mundo. Grand Vintage 2015 es un champagne de contemplación y marca el comienzo de un nuevo día”, comenta Benoît Gouez, maestro de cava, Moët & Chandon.
Él pudo seleccionar vinos elaborados a partir de las tres variedades de uvas de la región con niveles de calidad que cumplieron las exigencias de un Grand Vintage de Moët & Chandon, así como de la magnífica propiedad de la Maison y de la extraordinaria diversidad de vinos provenientes de los socios vinícolas.
Cuando cataron estos vinos después de la cosecha, descubrieron una fruta en perfecto estado de maduración que contaba una historia de luz en un año marcado por el brillo de un sol ardiente.
Y es que el 2015 tuvo un verano con mucho sol y calor. Fue un año de despertar en muchos sentidos, provocado por la conciencia de un cambio climático y su impacto en la región de Champagne.
Sin embargo, a pesar de las condiciones, la fruta logó una maduración óptima con buena concentración y aromas llamativos. Las uvas rojas fueron excepcionales: las Meuniers estuvieron espléndidas y las Pinot Noirs revelaron una madurez con una nota frutal y un final con cuerpo. Una sequía sin precedentes amenazó la calidad de las uvas, especialmente en el Chardonnay, no obstante, los enólogos aseguraron una fermentación adecuada y obtuvieron vinos interesantes y llenos de carácter.
La frescura aromática de los Meuniers y Pinot Noirs se mantuvo sana y madura, mostrando una afrutada estructura propicia para una larga crianza.
“Crear una mezcla para un Grand Vintage en Moët & Chandon es como trabajar con el negativo de una fotografía: puedes ver las formas y los contornos, puedes estar seguro del resultado, pero no sabes exactamente como se verá hasta que revelas la fotografía”, dijo Benoît Gouez.
Grand Vintage 2015
Es un champagne maduro, delicado y envolvente. Se define por su color amarillo limón, reflejos luminosos, finas burbujas y espuma cremosa. Su aroma expresa moderación antes de insinuar sutilmente un universo verdiblanco suave y fresco.
Notas de migas de pan, brioche fresco y pasta de almendras dan paso a flor de sauco y jazmín, luego a durazno blanco y sandía que se complementan con elementos de garriga al amanecer. Al paladar es directo y confiado. La generosa estructura, con matices de anís, florales y mentolados, aporta ligereza y frescura a una añada bañada por el sol. El final persiste con una nota ligeramente a savia con una delicada amargura que evoca a almendras frescas.
Grand Vintage Rosé 2015
Se distingue por su brillo, su aroma especiado y potente paladar. Tiene un tono granada con reflejos azulados brillan a través de las finas burbujas y espuma cremosa. Sus aromas iniciales sugieren bayas oscuras, maduradas al sol, quizá grosellas negras, mora y cereza negra. Toques de higo y fresa silvestre combinados con notas picantes de pimienta rosa y especias. Aromas de flores mediterráneas refrescan el conjunto.
En boca, el Pinot Noir domina con una fruta concentrada, oscura y profunda. Los taninos crean ángulos revelando facetas, como una joya en bruto. El delicioso amargor de ciruelas y arándanos, con notas de menta y anís, nos da un final refrescante.
Desde 1842, la Maison ha elaborado 76 champagnes vintage. Moët & Chandon posee una de las colecciones de champagnes vintage más prestigiosas del mundo, estas son custodiadas en las bodegas Grand Vintage Reserve.