En el vibrante corazón de la Ciudad de México, en la emblemática Colonia Roma, se encuentra un rincón que transporta a sus visitantes directamente a las calles empedradas de Italia, su nombre: Macelleria.
Se trata de un restaurante de comida italiana que no solo destaca por su exquisita oferta gastronómica, sino también por su cautivador diseño y la atmósfera única que envuelve a todos los que cruzan su umbral.
El ambiente en Macelleria
Desde el momento en que entras a Macelleria, te recibe un ambiente cálido y acogedor, con aromas que despiertan el apetito y la curiosidad.
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El diseño del lugar es una oda a la elegancia y la simplicidad italiana. Al cruzar la puerta, te recibe un espacio donde los muros claros contrastan con las maderas oscuras de las mesas bajo una iluminación cálida y tenue que invita a la relajación.
Ubicado en el 127 de la calle de Orizaba, Macelleria aparece en el mapa con una identidad rústica, acentuada por el trabajo de los diseñadores que jugaron con materiales reciclados y elementos antiguos originales de una vieja casona como ésta.
La decoración en su mayoría es vintage y las paredes están adornadas con distintos cuadros y fotografías que remiten a Italia; mientras que la cocina abierta permite a los comensales ver a los chefs en acción, creando un vínculo directo con el arte culinario que se despliega ante sus ojos.
La propuesta culinaria
La propuesta culinaria es una celebración de la cocina tradicional italiana, con un enfoque especial en ingredientes frescos y técnicas artesanales.
Todos los platillos son elaborados de forma artesanal en sus propios hornos de piedra, respetando las recetas y los ingredientes originales italianos, pero fomentando el consumo de productos mexicanos. Son platos preparados al momento, detrás de un cristal, a través del cual todos los comensales pueden ver la elaboración.
Cuentan con una cava de más de 50 vinos, encabezando la lista, con las cosechas mexicanas e italianas; así como con una amplia variedad de mezcales y tequilas.
El menú va desde ensaladas y una tabla de quesos hasta clásicos de la gastronomía italiana como la lasagna de la nonna, la sopa minestrone y por supuesto, la pizza. No podían faltar especialidades como el short rib braseado, la milanesa parmigiana y el salmón Macelleria. El dulce cierre lo pone, muy acorde con el concepto un tiramisú, aunque hay varias opciones de postre que vale la pena explorar.
Macelleria no es solo un lugar para comer; es una experiencia que involucra todos los sentidos. La atención al detalle es evidente en cada aspecto, desde el servicio atento y amigable hasta la música italiana que suavemente envuelve el espacio.
Cada visita se siente como un pequeño viaje a Italia, sin necesidad de salir de la ciudad.
Este restaurante ha logrado capturar la esencia de la dolce vita, haciendo que cada comida sea un momento para disfrutar y compartir. Ya sea una cena romántica, una reunión con amigos o una celebración especial, Macelleria ofrece el escenario perfecto para cualquier ocasión.
Así que la próxima vez que te encuentres en la Roma, deja que tus sentidos sean guiados por el aroma del ajo y el tomate, el sonido de una melodía italiana y la promesa de un viaje culinario inolvidable en Macelleria. Buon appetito!