En los últimos años el planeta ha sufrido grandes cambios, cambios que han impactado la manera en la que vivimos y nos relacionamos, conscientes de ello distintas marcas de todos los sectores se han sumado a iniciativas que disminuya su impacto en el medio ambiente, entre ellas dos de las marcas estadounidenses más importantes de whisky: Old Forester y Woodford Reserve.
Old Forester, la marca nacida en Kentucky Straight, ha tomado acción en cuatro importantes pilares: reciclaje de materiales, usar de manera más eficiente la energía, cuidar el uso de agua y la construcción sostenible, además de convertir en fertilizante el polvo de madera de sus barricas, el carbón de los barriles y otros materiales que puedan ser usados para composta.
En pro de apoyar también a los agricultores locales, el subproducto de granos y levaduras que utilizan en el proceso de destilación se pone a su disposición para ser utilizado para la alimentación algunos animales.
La destilería, construida en el centro de Louisville, está diseñada para usar la luz natural utilizando materiales reciclados como madera recuperada, así como pintura de compuestos orgánicos, su techo -totalmente blanco- tiene la finalidad de reflejar la radiación solar y reducir costos de enfriamiento durante el verano, además el uso de iluminación LED por medio de sensores permite iluminar solo aquellas zonas en donde hay personas.
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Por su parte, Woodford Reserve fue reconocido en 2018, por su liderazgo en el programa de conservación ambiental por el Departamento de Protección Ambiental de Kentucky, esto debido a su compromiso público para completar actividades voluntarias en la mejora de comunidades.
Comprometidos en reciclar todos sus desechos, en el año 2016, el 98% de sus materiales de desecho fue reciclado, además, en asociación con el condado de Woodford se encargan de recolectar y reciclar desechos electrónicos.
Su proyecto de reforestación tanto de arboles y arbustos nativos, utilizados para hacer barriles, también actúan como un filtro natural de aguas pluviales, evitando que contaminantes entren a la corriente, una acción que mejora la calidad del agua.
Los más de diez acres de tierra de la propiedad de Woodford son dedicados a la restauración del césped nativo, el cual proporciona un hábitat para especies silvestres y aves, así como nutrientes para abejas y mariposas.
Probando que las empresas pueden regresar a la tierra un poco más de lo que tanto nos da, Old Forester y Woodford Reserve ponen un granito de arena haciendo pequeñas acciones que, colectivamente, puede hacer un gran cambio.