Limosneros: tradición, diseño y alta cocina mexicana en el corazón del Centro Histórico

Visitar Limosneros, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, es mucho más que sentarse a comer: es embarcarse en un viaje sensorial que combina la riqueza de la gastronomía mexicana con un diseño que rinde homenaje a sus raíces. Desde el momento en que cruzas el umbral del restaurante, te das cuenta de que estás entrando en un lugar donde el pasado y el presente coexisten en perfecta armonía.

Un edificio con historia

Limosneros se encuentra en un edificio que data de principios del siglo XIX, un espacio que ha sido cuidadosamente restaurado para conservar su esencia colonial. Las paredes de piedra volcánica y ladrillo, junto con las vigas de madera expuestas, cuentan historias de una Ciudad de México que ha evolucionado sin perder su espíritu.

Su nombre hace a las dramáticas paredes de ladrillo y piedra en su comedor de planta baja, de ambiente íntimo, y su terraza de segundo piso, que fueron construidas con limosnas —materiales y piedras donadas — en una práctica común para las construcciones religiosas de la época colonial.

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Un diseño muy mexicano

Limosneros ofrece una experiencia cautivadora tanto para el paladar como para los ojos. Desde la entrada, con restos de una antigua fuente, hasta las paredes, adornadas con espejos de Tlayacapan, cerámicas de Talavera de Puebla y bordados huicholes, todo aquí derrocha un encanto muy pintoresco que celebra la riqueza cultural de México.

Lámparas artesanales hechas con cucharas, murales de colores vibrantes, detalles en madera y cerámica crean un ambiente cálido y sofisticado. Cada rincón parece pensado para invitarte a disfrutar, no solo de la comida, sino también del espacio. Inluso la vajilla juega un rol muy importante en la vistoza presentación e los platos.

La propuesta gastronómica de Limosneros: tradición reinventada

Y si la decoración es atractiva y colorida, la propuesta gastronómica no se queda atrás. El menú de Limosneros es una declaración de amor a los ingredientes mexicanos. Aquí, cada plato cuenta una historia que se remonta a las raíces de la cocina nacional, pero con un toque moderno que sorprende y deleita.

La carta, diseñada por un talentoso equipo de chefs, está inspirada en técnicas ancestrales y utiliza ingredientes locales y sostenibles.

El frío de la temporada anuncia un cambio en la mesa de Limosneros, donde Juan Pablo Ballesteros, el Chef Atzin Santos y su equipo, el chef Ismael Ramírez Velázquez y Carlos Quezada han creado un menú de ocasión para la temporada de invierno.

Éste comienza con una serie de abrebocas diseñados para sorprender, donde cada bocado refleja el enfoque creativo de la cocina de Limosneros:

  • Buñuelo de Bacalao con alioli de pimiento rojo y chile chiltepín, inspirado en las festividades invernales.
  • Barquillo de Foie con mermelada de tomatillo y hoja de higo, que une sabores dulces y salados.

Después, se transforman ingredientes tradicionales en propuestas innovadoras:

  • Callo Media Luna: Beurre blanc, hoja santa, alcachofa de Jerusalén y chile serrano en una combinación única.
  • Chileatole: Elote tierno, chochoyotes y puré de chícharo, con un toque de aceite de chiles oaxaqueños.
  • Taco de Anguila con Rabo de Res: Puré de ajo negro y salsa de tomatillo tatemado en un contraste de sabores.

La propuesta de invierno incluye platos principales que resaltan la calidad de los ingredientes:

  • Bacalao Negro “Miso-Mixe”: Chiles mixes y miso rojo, acompañado de chícharos.
  • Filete Wellington: Hongos con cuitlacoche, papas confitadas, puré y salsa de marsala con manzana verde.

Para un dulce cierre, una marquesita de Chocolate y Oliva, donde el aceite de oliva de Colima se integra con el cacao mexicano para un postre que equilibra lo dulce con lo especiado, dejando una impresión inolvidable.

Limosneros transforma así el frío de la temporada en calidez a través de platos que cuentan historias, reinterpretan tradiciones y celebran la riqueza del invierno mexicano.

La experiencia de este menú degustación de 7 Tiempos tiene un costo $1,700 y Maridaje con Vinos y Destilados de Agave Artesanal $1,400.

El maridaje perfecto

Sí, Limosneros cuenta también con una impresionante y reconocida selección de mezcales, tequilas y, sobre todo, vinos, muchos de ellos mexicanos, que complementan perfectamente la experiencia gastronómica.

Por todo eso y más, Limosneros no es sólo un restaurante, reconocido ya en la Guía Michellin, es un espacio donde la historia, el diseño y la gastronomía convergen para ofrecer una experiencia única. Es un lugar que celebra la riqueza cultural de México con un enfoque moderno, y que invita a sus comensales a reconectar con nuestras raíces de una manera sofisticada y auténtica.

Ya sea que busques sorprender a un visitante extranjero o simplemente quieras redescubrir la riqueza de nuestra cocina, Limosneros es una parada obligatoria en la Ciudad de México. Para conocer más sobre Limosneros, consulta este enlace.