Ubicado en la popular colonia Clavería, en Azcapotzalco, Nicos surge sin mayor pretensión que la de convertirse en un tradicional restaurante de barrio, en 1957, por el impulso de María Elena Lugo Zermeño y su esposo Raymundo Vázquez.
Nadie hubiera imaginado entonces que, seis décadas después, sería su hijo, el Chef Gerardo Vázquez Lugo, quien lograra poner en el mapa mundial de la gastronomía a esta sencilla casa de comidas. Concretamente posicionado en el lugar 29 de la lista patrocinada por S.Pellegrino y Acqua Panna: Latin America’s 50 Best Restaurants 2017.
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Promotor de la cocina tradicional mexicana y considerado como arqueólogo gastronómico, en este lugar, el chef Gerardo investiga laboriosamente para rescatar recetas centenarias que prepara utilizando los ingredientes originales y con el mayor respeto a las tradiciones.
En su carta, renovada cada temporada, destacan platillos como la sopa seca de natas, los tacos de charales de Michoacán y las tradicionales enchiladas Nicos.
Propuesta que es redondeada con una selecta carta de mezcales y una selección especial de vinos. Destacan la lista de Tierras Conquistadas, con vinos creados por mexicanos fuera de México y los Caprichos del Chef, cuya elección no tiene más justificación que el gusto de Gerardo Vázquez Lugo.
Hoy en día, a la mesa de Nicos siguen asistiendo los vecinos del barrio, quienes se entremezclan con visitantes de otros países que viajan hasta esta casa para descubrir la mejor y más auténtica cocina de México.
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Ésta es la muestra más clara de la evolución de Nicos que ha pasado de ser un popular restaurante de comida casera a uno de los mejores restaurantes de Latinoamérica, sin dejar de ser fiel a su filosofía de ofrecer tradición, calidad y buenos momentos.
“La comida habla de nuestra cultura, herencia, raíces e influencias. La cocina de Nicos es honesta. Nuestra historia es auténtica. Sabemos de dónde venimos. Y que aquí seguimos”, afirma Gerardo Vázquez Lugo.