Quien diga que no se puede conocer un destino a través de la comida no solo está equivocado, ni siquiera lo ha intentado, y es que es una de las formas más deliciosas de explorar el lugar que estamos visitando, justo como nosotros lo hicimos en nuestro último viaje a Vancouver.
La principal ciudad de la costa oeste de Canadá y de la región de British Columbia se caracteriza por su espíritu joven, su arquitectura en donde se concentran enormes edificios repletos de cristales que reflejan el azul del cielo, una población multicultural y calles repletas de cafés, bares y restaurantes.
Pero entre todos estos lugares hay un par de joyas culinarias que nos dimos a la tarea de probar y solo podemos decir que regresamos con un muy buen sabor de boca.
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Para desayunar o brunchear
Café Medina
Ubicado en el Library District, esta pintoresca cafetería ofrece un espacio elegante, con paredes de concreto, obras de arte local, buena música y la sinergia de cientos de personas reunidas para disfrutar de un delicioso desayuno.
Con opciones saladas y dulces, el lugar sirve uno de los mejores gofres belgas que hemos probado y no hay otra forma de acompañarlos que con un café con lavanda.
Sin embargo, el restaurante de Robbie Kane también tiene platillos salados con inspiración mediterránea como un buen avocado toast, un cassoulet, la paella, les boulettes o fritatta, solo por mencionar algunos.
OEB Breakfast & Co.
Este restaurante propiedad del chef Mauro Martina tiene la convicción de ofrecer desayunos que estén acompañados de la pasión por crear cosas y el amor por la comida.
OEB Breaksfats & Co. es perfecto para que tu mañana comience de la mejor manera, siendo un sitio cálido, hasta en los días más lluviosos como el que nos tocó, con opciones equilibradas, ligeras y platos veganos.
Los huevos benny’s servidos en un croissant, con mantequilla holandesa y papas son un platillo obligado, pero también hay sándwiches, crostinis, scra-blettes y lo puedes acompañar con un café, smoothie o jugo.
Tableau Bar Bistro
¿Buscas una opción más francesa? El que robó nuestro corazón y enamoró nuestro paladar fue este restaurante que es también un bistró francés.
Tableau Bar Bistro ofrece comida clásica de dicho país, con un toque de la influencia de la costa oeste. La mejor parte es el entorno confortable con múltiples espacios para comer, desde el comedor, el bar, un patio o uno de dos comedores privados.
Nuestros favoritos fueron el salmón ahumado, el omelette con champiñones, el breakfast sándwich y por supuesto todas las opciones de panadería (no te puedes ir sin un pain au chocolat).
Para comer
Anh and Chi
No solo se trata de un restaurante con la mejor comida vietnamita que hemos probado, es también un sitio construido en torno a la familia. Su nombre significa hermano o hermana mayor y es justo así como te sientes desde el momento en el que llegas.
Anh and Chi fue fundado por los hermanos Vincent y Amélie que nacieron en un campo de refugiados vietnamita. Criados en Vancouver se dejaron llevar por su pasión por la comida y crearon este restaurante en donde la madre de ambos es la que se encarga de preparar los platillos y darle este toque hogareño.
El lugar es una oda a la estética, incluso su tocador fue considerado el más fotogénico de la ciudad, y se puede apreciar una mezcla de madera, azulejos, plantas y vitrales.
La comida, por otro lado, es igual de sorprendente, incluyendo en su menú rollitos primavera, baguette vietnamita, ensaladas (de cangrejo y mango) y las clásicas sopas de fideos, con opciones vegetarianas.
Tetsu Sushi Bar
Con solo 12 lugares para recibir a sus comensales, este íntimo sushi bar llamado Tetsu ofrece los mejores ingredientes desde el mercado central de pescado de Toyosu, Japón, hasta los locales de Vancouver.
Todo es fresco y delicioso y se usan técnicas distintas para darle un toque especial a cada nigiri. Desde el envejecimiento, curación, deshidratación, los sabores y texturas son un viaje único por la gastronomía japonesa, en donde fácilmente puede llegar al tan anhelado ‘umami’.
Los nigiris y demás platillos cambian según la temporada, esto con el objetivo de ofrecer siempre los productos más frescos y de la mejor calidad.
Para cenar
H Tasting Lounge
Para una experiencia completamente diferente, H Tasting Lounge dentro del hotel The Westin Bayshore, ofrece una cena dentro de cúpulas en donde los platillos son preparados a partir de los ingredientes más frescos cultivados de manera sostenible.
Como una oda a la vida marina de la Columbia Británica, comerás mariscos frescos, algunos crudos, y siempre preparados de manera simple pero rica.
Si lo complementas con la coctelería basada en ginebras frescas, rones añejos y sabores extravagantes tendrás una cena como ninguna otra.
AnnaLena
Abriendo sus puertas en 2015 y nombrado así en honor a las abuelas del chef Mike Robbins, AnnaLena es uno de los 10 mejores restaurantes de En Route y uno de los 100 mejores en toda Canadá.
A partir de 2020 ofrece exclusivamente un menú de degustación centrado en varios platillos con ingredientes de las granjas y proveedores locales de temporada, de ahí que su oferta cambie constantemente.
AnnaLena tiene un ambiente ecléctico, en donde el arte, la moda y la visión propia y artística está en cada pared y forma parte de lo que describen como ‘comida influenciada por un crisol de culturas, perfiles de sabor y técnicas, y que utiliza principalmente ingredientes canadienses”.
Acquafarina
Recomendado por la Guía Michelin, Acquafarina es una oda a Italia, que no deja lugar a dudas desde el enorme Pinocho que te espera a tu llegada.
Cada platillo es servido con la elegancia del viejo mundo con toques modernos y el chef Jefferson Alvarez se ha encargado de crear impresionantes platillos que te transportan hasta Italia. La mejor parte es el maridaje, pues es aquí donde encontramos el sueño de todo amante del vino, una cava con capacidad de 5 mil botellas.
The Bar Susu
Descrito por ellos mismos como ‘A natural wine bar’, Bar Susu es un punto único en Vancouver para beber buen vino y disfrutar de impresionantes platillos.
Bar Susu ofrece una variedad concisa de platos creativos y bien preparados que se sirven en un ambiente relajado que se presenta como un bar de vinos centrado en los vertidos naturales. La habitación luce un ambiente cómodo y antiguo con pisos de tablones de madera oscura, paredes de color verde bosque y un toque de ladrillo rojo a la vista.
Los vinos naturales son la estrella, mientras que los cócteles cuentan con vinos fortificados/aromatizados, como el amaro con jarabe de cola casero.