Si hay algo que no falta en la Ciudad de México son restaurantes de cocina italiana, pero si tú eres un fan que está en busca de lo más típico de esta comida: pizzas y pastas, entonces, Galea no es tu lugar.
Este restaurante, ubicado en el corazón de la colonia Roma, propone una aproximación diferente, más contemporánea, al amplio abanico de posibilidades que dan los ingredientes y técnicas del país de la bota.
Y esto lo hace en un espacio sobrio, con un ambiente relajado, sin pretenciones, con un aforo limitado y un menú muy selecto con apenas unos cuantos platos que, eso sí, va cambiando y adaptándose a los insumos de cada temporada.
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Así, Galea se ha convertido en el favorito de sus vecinos, un lugar en el que se pueden descubrir sabores y una propuesta gastronómica realmente única que celebra la cocina italiana, donde los ingredientes mexicanos y la sustentabilidad son el factor principal que engloba la visión particular del chef Rafa Zaga y su equipo.
El diseño del lugar con una elegante combinación de maderas claras y herrería oscura, así como sutiles toques de color, como el anaranjado y los grises de la barra del bar, resulta sumamente acogedor. Incluso en el exterior, la terraza que se integra con la vegetación invita a la sobremesa acompañado de un buen vino o un cóctel.
El equipo y la propuesta de Galea
Sin embargo, el protagonista de Galea es la comida, propuesta del chef Zaga, quien tras una década de trabajo en Nueva York, volvió a su natal CDMX para poner su experiencia en estaurantes con estrellas Michelin a disposición de esta propuesta que desde un inicio buscó romper esquemas.
En Galea los ingredientes locales dictan lo que se cocina así que “si no es temporada de jitomate, no hay pasta pomodoro”, pero no se le echa de menos, porque el resto de las opciones son igualmente deliciosas.
Desde el Garganelli (ragú de hongos, nuez de la India, ricotta salata) hasta el Spaghetti alla chitarra (jitomate corazón de buey, albahaca). Y ni qué decir del Anollini (pierna de cerdo brazeada, poro, aceituna) el Tagliatelle (con cangrejo, cebollín, bagna cauda) o la Mezzalluna (ricotta, pesto de kale, pistache).
Y si buscas algo más fuerte está la proteína, desde el NY con puré de papa, bok choy, salsa hongos, hasta la pesca del día con salsa holandesa, poro y conchas o el cordero con chicharo, alcachofa y jus.
Los postres ponen el acento italiano con propuestas más tradicionales, desde el affogato, hasta la granita, la panna cotta, los sorbetes y los gelatos.
Así es como Galea y quienes ahí laboran entienden y practican la sustentabilidad, cada integrante del equipo tiene un talento particular que imprime en cada plato, por lo que toda la propuesta gastronómica se resuelve alrededor de una idea tan sencilla como aprender a disfrutar de lo que hay.
Y con eso es más que suficiente para posicionar a Galea en el mapa de los mejores restaurantes italianos que hay en la Ciudad de México y mira que no son pocos.