Entre los increíbles atardeceres y vientos tranquilos del Ejido El Porvenir en el Valle de Guadalupe, se encuentra Finca La Carrodilla, un proyecto concebido con pasión por la naturaleza y, sobre todo por el vino de excelente calidad.
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Fundada por la familia Pérez Castro, La Carrodilla ofrece una nueva manera de cosechar y elaborar caldos, pues se trata de “una vinícola de nueva generación” certificada como el primer viñedo orgánico.
Así, el lugar es reconocido gracias a sus técnicas propias de la biodinámica, una disciplina enfocada en el cuidado de la naturaleza y agricultura sustentable, al mismo tiempo que realiza vinos de nivel inigualable.
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En sus viñas y alrededores, no sólo se respira la naturaleza, también una cultura completamente sustentable que da como resultado un exquisito portafolio de vinos.
De la mano de su enólogo, Gustavo Gonzalez, sus viñedos son tierra fértil para la producción de seis etiquetas, cada una con carácter propio y esencia sumamente orgánica.
Canto de Luna
Este multivarietal de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah proporciona a los sentidos las cualidades más clásicas de un buen tinto con sus notas de tabaco, frambuesa, caoba, frutos rojos y negros.
Su acidez y persistencia equilibrada lo convierten en un vino amable para el paladar, seco pero fluido.
Carrodilla Shiraz
Ideal para quienes buscan sabores más intensos, Carrodilla Shiraz es un vino 100 por ciento Syrah que entrega notas amaderadas, pieles finas, frutos negros, mantequilla e incluso un poco de leña.
Al beberlo es evidente su profundidad y frescura, permanece en boca de manera persistente, con un dejo de chocolate y maderas.
Carrodilla Cabernet Sauvingnon
Como sólo puede hacerlo un vino Cabernet Sauvignon, este ejemplar es fresco, delicado y aterciopelado, con un final ácido pero bien balanceado.
Su carácter inmediatamente remite al bosque con sus aromas de menta, romero, lavanda, ciruela pasa y algunas especias como clavo y bayas de enebro.
Carrodilla Tempranillo
Las expresiones profundamente dulces de este monovarietal proporciona notas de fresa, caramelo, panque de nuez, dulce de leche, regaliz y galleta de jengibre.
Respecto a su sabor, se trata de un caldo de acidez persistente con toques tostados, de chocolate amargo y pimientos rosas.
Carrodilla Chenin Blanc
La única etiqueta blanca de la vinícola es un elixir completamente primaveral con notas tropicales como guayaba, mango, manzana verde, flores blancas y pasto fresco.
Al probarlo, el viaje continúa a través de sabores cítricos, con un largo final en el que pueden percibirse limones amarillos, mandarinas, toronjas y limas.
Así se va a las estrellas
El más premium de la bodega consiste en una espectacular mezcla bordelesa, una fusión de uvas Merlot, Cabertnet Sauvignon y Cabernet Franc.
En su complejo contenido pueden percibirse notas de cereza, fresa, hierbabuena, nueces e incluso una pizca de chiles secos. Mientras que en boca su paso es espontáneo y persistente.
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En Finca La Carrodilla no sólo se producen vinos, cada estación es una nueva oportunidad para cosechar los vegetales más frescos, destacan sus hierbas aromáticas y mermeladas campestres.
Al visitarla te adentrarás de inmediato en hogar de fantásticos vinos, un paraíso eco-friendly donde cada producto es elaborado con pasión por la calidad y amor por la naturaleza.