POR ÁNGEL RIVAS
Es una isla, es un vino y muchas veces es denominado así el proceso, el madeira tiene similitudes con el oporto pero lo que lo hace único es que debe pasar por un proceso de calentamiento que le otorga unas propiedades únicas.
Descubierta en 1419 la isla comenzó a alojar plantíos de trigo, caña y vides. Aunque no fue el producto principal en esa época se sabe que 25 años después ya se daba la comercialización de vino de Madeira.
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Sin embargo, el punto diferencial de este producto se dio durante el siglo 17 cuando inició su comercialización hacia “las Indias”. En ese largo viaje en barco los barriles eran afectados por el clima caluroso de los trópicos, algunos de ellos regresaban a Europa y se comprobó cómo el recorrido aceleraba la evolución y complejidad del vino.
Fue así que se le llamó Vino de Viaje Redondo “Vinho da Roda” y con toda la intención se mandaba al viaje para que al regreso obtuviera esas cualidades singulares.
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Siglo y medio después los productores encontraron la forma de reproducir este proceso en sus bodegas sin necesidad del viaje. Invirtieron en una técnica para calentar el vino denominada “estufagem” que utiliza aire o agua caliente.
En la actualidad ésta es una de las dos técnicas para calentarlo y se utilizan serpentines con agua de 40 a 50 ºC que se introducen en tanques de acero con el vino por un mínimo de tres meses.
Tras este proceso el vino de reposar por 90 días en un periodo llamado “estágio”.
“Canteiro” es otra técnica en la que el madeira se vierte en barricas que se colocan en los áticos o pisos superiores de las bodegas, donde hace más calor, y deben pasar dos años en ellas antes de embotellarse.
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Este fermentado portugués nace de viñas plantadas en suelos volcánicos, sobre laderas de colinas, bajo temperaturas húmedas y cálidas y con cepas de uva nativas, como Sercial, Verdelho, Boal, Terrantez y tipos de Malvasia.
Como en el caso del oporto el madeira es fermentado hasta cierto punto antes de agregarle alcohol vínico que detiene esta acción y deja azúcar residual.
Todos estos elementos dan una identidad única a este líquido con denominación de origen protegida que se puede encontrar en versiones más secas o dulces, ideales para la sobremesa.
A México llega muy poco madeira y la importación de algunas etiquetas no es constante debido a su gusto tan particular, pero al igual que otros vinos fortificados se puede mantener en cavas sin que tenga una gran evolución en botella.
No muy conocido (side)
Datos históricos sobre este vino de Portugal.
- Tras el descubrimiento de América las exportaciones a este continente se volvieron prioritarias, por encima de Europa
- Al igual que con el oporto, los ingleses tuvieron gran interés por el madeira y pagaba menos impuestos que vinos de otras naciones
- Fue el vino con el que George Washington brindó para celebrar la declaración de la Independencia de Estados Unidos el 4 de julio de 1776
- Una barrica que fue regalada y rechazada por Napoleón Bonaparte en 1815 regresó a la isla y se dividió en botellas. En 1950 una de éstas se regaló a Sir Winston Churchill y la bebió en Madeira
- Tras la apertura del canal del Suez en 1869 muchos barcos ya no paraban en Madeira y eso disminuyó las exportaciones del vino
- En los años 1980s se elevaron las regulaciones para el vino madeira con la intención de mejorar su calidad. La entrada de Portugal a la Unión Europea en 1986 ayudó igualmente al desarrollo de la isla.
Con información de Patrícia Santana, Divisão de Criação Artística, Instituto do Vinho do Bordado e do Artesanato da Madeira (IVBAM).
Trío en México (side)
Madeiras que están disponibles en tiendas como La Castellana, La Europea y La Naval.
* Blandy’s Santa Luzia
* Justino’s Fine Rich
* Izidro Fine Rich