En algún momento, muchos hemos sido parte del debate sobre cómo se debe disfrutar correctamente un martini. Pero poco sabíamos que un científico notable como J. Robert Oppenheimer tenía una opinión bastante interesante sobre el asunto.
Oppenheimer —sí, el de la película— aparentemente era famoso por sus martinis, informó The Washington Post.
El físico conocido por crear la bomba atómica a menudo organizaba reuniones en su casa durante la era del Proyecto Manhattan, donde servía su bebida característica: cuatro onzas de ginebra y una pizca de vermut en un vaso frío, el borde sumergido en una mezcla de miel y jugo de lima, según el Laboratorio Nacional de Los Álamos, que Oppenheimer ayudó a fundar.
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“Sirvió los martinis más deliciosos y fríos”, dijo Pat Sherr, la esposa de un físico de laboratorio.
Oppenheimer y su gusto por los martinis
Al igual que James Bond, Oppenheimer prefería sus martinis agitados, no revueltos. En American Prometheus, el libro ganador del premio Pulitzer que sirvió de inspiración para la película de Oppenheimer, los autores señalaron que el científico agitaba sus cócteles con una “ceremonia elaborada” y que a menudo brindaba “por la confusión de nuestros enemigos”.
Los bebedores de martini de hoy pueden estar un poco desconcertados por la receta preferida de Oppenheimer: cuatro onzas de ginebra es mucho más de lo que normalmente encontrarías en este trago, y el Post señala que la mayoría de los cócteles requieren tres onzas o menos de alcohol en total. Y con solo una pizca de vermú, que se toma como un cuarto de onza, el martini del físico habría tenido una increíble proporción de ginebra por vermú de 16 a 1. Eso es mucho más que la proporción de 3 a 1 que era estándar alrededor de la Segunda Guerra Mundial, siendo también comunes 4 a 1 y 5 a 1, según The Oxford Companion to Spirits & Cocktails .
Sin embargo, Oppenheimer puede haber estado en compañía de élite: el presidente Franklin D. Roosevelt aparentemente disfrutó de una formulación de 7 a 1. Pero incluso eso parece insípido en comparación.
¿Una razón potencial para la enorme cantidad de ginebra? El laboratorio de Los Álamos era difícil de conseguir suministros para beber, según el sitio web de asuntos exteriores War on the Rocks. O podría haber sido simplemente que Oppenheimer era un gran fanático de la ginebra. Como nos han dicho antes, la mejor manera de disfrutar un martini es como mejor disfrutes tú el martini.
Nota publicada previamente por TORI LATHAM en Robb Report EE.UU.