Tuvo que pasar más de medio siglo para que “Breakfast at Tiffany’s” significara algo más que el nombre de un clásico hollywoodense.
Y es que Tiffany & Co abrió una cafetería como parte de la renovación de su local en Manhattan, con lo que ahora, quienes recorran la popular Quinta Avenida de Nueva York, podrán revivir, de alguna manera, la escena en la que entonces protagonista del filme: Audrey Hepburn, en su papel de Holly Golightly, disfrutaba un croissant mientras contempla la vidriera de la joyería.
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La diferencia es que los comensales del nuevo Blue Box Café estarán, en realidad, dentro de la tienda, en un cuarto piso, de hecho y con increíbles vistas no sólo al deslumbrante mundo de los diamantes, sino al majestuoso Central Park.
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La habitación está decorada con el “azul Tíffany”, un tono claro, casi turquesa, que está asociado a la firma. El ascenso a este cielo azul-Tiffany’s se realiza a través de una escalera diseñada por Ronan y Erwan Bouroullec y la atmósfera del lugar, como su nombre lo indica, logra hacerte sentir como en una de esas emblemáticas cajitas azules de la marca. Con un diseño esmeradamente lujoso que corrió a cargo de reconocidos expertos en la materia.
La oferta gastronómica, en cambio, luce un tanto más discreta, sin competir en brillo con las estrellas de esta experiencia: los diamantes, pero sí con mucha calidad y atractivo.
Una buena muestra de los platillos del imaginario neoyorquino que va de los sándwiches de ensalada de pollo hasta el bagel con salmón ahumado, pasando por una fina selección de tés y, por supuesto, el simbólico croissant.
La escalera de ascenso al nuevo café de la marca.
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El postre parece estar al frente del establecimiento en una boutique que Tiffany & Co. ha situado en esta cuarta planta con su nueva línea de Home & Accesories Collection, perfecta para decorar la casa, pero también para comprar algún complemento para tu bebé, hojear las páginas de los libros de su selección o volverte loco con su laboratorio de fragancias.
Un must sin duda para los viajeros enamorados de la marca y de Nueva York, sinónimos, ambos de lujo y sofisticación.