Si eres de los que aprovechan un casamiento, festividad o día especial en el calendario como excusa para poder fumarse un buen puro, es tiempo de que conozcas todo el complejo mundo que rodea a esta práctica.
Para ello, te damos algunos hábitos a tener en cuenta a la hora de disfrutar el momento:
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Por nada del mundo enciendas un puro sin haber pedido permiso a las personas que se encuentran a tu alrededor. El olor del puro es muy intenso por lo que no a todos les resulta agradable. Todo un auténtico gentleman sabe que en los modales está la esencia de todo.
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Aléjate del refri
Se tiene la fatal creencia de que los puros pueden guardarse en el refrigerador y hay quien los envuelve, incluso, en hojas de todo tipo de verduras. Un error fatal porque lo único que conseguirás es impregnar al puro de malos olores y perderá todo su sabor.
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Handmade cigar production, process. Tabacalera de Garcia Factory. Casa de Campo, La Romana, Dominican Republic.
Todo un mundo
No sólo los habanos son los únicos puros por excelencia. Hay toda una larga lista de marcas y países que también fabrican puros de gran altura. Abre tu mente y atrévete a probar cigarros de diferentes lugares.
Comparte
Fumar un puro nació como algo social así que si te decides a fumar delante de la gente, asegúrate de contar con varios porque es fundamental que los ofrezcas. Recuerda, compartir es vivir.
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Fuma bien
Hay ciertas cosas que tienes que tener en cuenta a la hora de fumar un puro. Para empezar, el puro se enciende lejos de los labios ya que tendrás que ir quemando poco a poco el pié antes de darle la primera bocanada. Nunca tragues el humo porque dañarás seriamente tu salud y fuma a tu ritmo, no es una carrera. Se trata de disfrutarlo.