Por Alonso Ruvalcaba

En el vino español, la uva Tempranillo es el océano, y el resto de las uvas son lagos grandes o pequeño, ríos, arroyos, manantiales. Tempranillo le da cuerpo y forma a los mejores (y muchos de los peores) vinos de Rioja, de Ribera del Duero, de Navarra, de Castilla-La Mancha.

Si han bebido un vino español, lo más probable es que hayan bebido Tempranillo. (Si no han bebido vino español, ¿qué demonios hacen leyendo a estas horas? Vayan rápido por una copa o una botella. Acá los espero.)

Tempranillo es adaptable, como un amigo que en verdad nos quiere. Si se le permite y se le invita a ello, es elegante y poderosa, madura, sorprendentemente compleja; una uva para comidas otoñales, para banquetes petronianos, para festines diputados. Piensen en el Pingus de Ribera del Duero, cuyo precio ronda los mil 500 euros.

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En otros días y otras mesas puede ser coqueta y juguetona, pizpireta, ligera; una uva para mediados de primavera, para recibir las primeras lluvias de la larguísima temporada pluvial de la ciudad de México, para tacos al pastor y volcanes de queso. Hay montones de ejemplos de tempranillos así.

Orión está en el centro del espectro. Creado por el enólogo Jesús Rivera en la bodega El Cielo (valle de Guadalupe), Orión aprovecha algunas de las características más felices de Tempranillo y las explita o afina con un porcentaje de Garnacha (20%) y una pizca inesperada de Merlot (5%, que parece casi nada pero en asuntos de vino y de inflación es todo un paquete). Tempranillo: frutalidad a toda prueba, hermoso color rubí cachete sonrojado, acidez jugosa de esas que como que te jalan los costados de la lengua.

830926535 13680455691964203805 - Columna del vino: Los más grandes de México, el Tempranillo de El Cielo

Esta es la calificación del experto Alonso Ruvalcava.

La Garnacha, como recordarán, pasó un largo tiempo en una suerte de banco de los acusados. Si bien era la uva más plantada de España, tendía a la oxidación apresurada. Luego vino el cisma de los grandes vinos del Priorato y se nos revelaron las posibilidades de esta uva como a quien se le revelan las hojas de los árboles a quien se pone lentes por primera vez: concentración, andamiaje, potencia —y esas son las características que Orión toma de la Garnacha. Por último: notas de flores recién cortadas de la Merlot.

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Ahora, por favor, déjenme cambiar tantito lo que he dicho. Si no han bebido vino el Tempranillo de El Cielo, ¿qué demonios hacen leyendo a estas horas? Vayan rápido por una copa o una botella. Acá los espero.