Botellas de champagne rosé para brindar el 14 de febrero con tu pareja

Glamoroso, atrevido e inesperado el champagne rosé tiene un vínculo antiguo con el amor y la seducción. En la historia, en el cine, en la cultura toda, ha sido el cómplice perfecto de los grandes sentimientos, los romances inolvidables y las ocasiones memorables.

Cuenta el gran narrador mexicano Fernando del Paso, en su novela “Noticias del Imperio”, que era el favorito de la emperatriz Carlota. Mientras que en la película de 1939, Love Affair, Charles Boyer convoca a Irene Dunne a vivir uno de los grandes amores de la historia del cine con la siguiente frase: “La vida debe ser luminosa. Debe ser hermosa y burbujeante como el champagne rosé.”

Botellas de champagne rosé para San Valentín

Imaginado por Ruinart en el siglo XVIII y perfeccionado por Veuve Clicquot en el XIX, el champagne rosé tiene una historia íntimamente ligada al portafolios de Moët Hennessy. Y para muestra, estas etiquetas con las que te recomendamos brindar por y con el amor de tu vida.

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Ruinart Rosé

El primer champagne rosé de la historia, se compone de un 45 por ciento de uvas Chardonnay y un 55 por ciento de Pinot Noir, ensamblaje al que se agrega hasta un 19 por ciento de vino tinto, en su mayoría proveniente de Premiers Crus, algunos de los cuales han sido clasificados como vinos de reserva en los dos años anteriores.

Con notas de frutas exóticas como granada, lychee y guayaba, así como esencias florales de rosas y nuez moscada, se lleva lo mismo con un gazpacho que pone en valor su frescura y su vivacidad que con un pato, servido rojo y aderezado con arándanos, que acentúa su armoniosa complejidad.

Krug Rosé

Tiene un dosage de apenas 6 g/L y una maduración de seis años en bodega y uno en botella. Sus delicadas notas iniciales de miel, cítricos y frutos secos dan paso a un final largo, realzado por finas burbujas que completan la experiencia.

Es posible disfrutarlo con foie gras, cordero, venado y carnes de caza o incluso con platos especiados.

Dom Pérignon Vintage Rosé 2006

Este champagne rosé comienza con una primera ola que combina la oscuridad de las especias y el cacao antes de abrirse rápidamente a unos frutos majestuosos –higo, albaricoque, naranja confitada– y ampliarse en una sensación sedosa en boca.

Con una maduración mínima de 12 años en bodega, marida a la perfección con las cocinas sencillas, modestas, puras, auténticas y tradicionales del sur de Europa.

Moët Rosé Impérial

Ensamble en que predominan las uvas Pinot Noir y Meunier, cada una de las cuales aporta, además, un 10 por ciento de vino tinto.

Champagne brut con un dosage –o proporción de azúcar– de apenas 9 gramos por litro, presenta notas de fresa, cereza, rosa, pimienta, menta y grosella, que lo llevan a maridar lo mismo con carnes rojas y pescados que con postres a base de frutos rojos.

Veuve Cliquot Rosé

Con predominación de uvas Pinot Noir y Chardonnay, a este ensamblaje se le agrega un 12 por ciento de vino rojo de Bouzy –legendario Grand Cru champenois.

Madurado tres años en bodega, es un brut con notas a frutos rojos frescos, frutos secos y pastelería vienesa que combina a la perfección con platos a base de pato, salsas de jitomate y carpaccio de res.