¡Arriba México!, gritaron los peruanos como alentando a la reconstrucción de un país seriamente afectado por los recientes sismos del 7 y 19 de septiembre, mientras que los mexicanos respondieron: ¡Viva Perú!, confirmando que cada vez se sienten más hermanados con los sudamericanos.
Éste fue el espíritu solidario que imperó en la décima edición del festival internacional y multidisciplinario Viva Perú, que busca poner en valor y dar a conocer lo mejor de la nación andina en México y viceversa, con el fin de estrechar puentes y crear lazos.
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Empresarios, cuerpo diplomático, periodistas, personalidades del mundo político, artístico y celebridades, se dieron cita la última semana de octubre, primero en la Ciudad de México y después en Acapulco, para participar en una serie de eventos que, junto con la promoción, tenían el objetivo de recaudar fondos para los damnificados por los terremotos.
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Así, entre muestras de cine, conciertos y exposiciones de arte, una nutrida comitiva de destacados peruanos mostraron las bondades de su país y lo bondadoso de su gente, al poner un granito de arena en la reconstrucción de México.
De gira por Acapulco
El sabor de dos de las cocinas con más historia y peso en Latinoamérica también se hermanó durante estos días, pues chefs de uno y otro país colaboraron en la realización de algunas cenas en beneficio de los damnificados.
Tal es el caso de la liderada por los chefs, María Zúñiga, de Perú, y Juantxo Sánchez, en Acapulco, la cual cerró este delicioso programa de actividades en el restaurante Carnivore del complejo Mundo Imperial.
Luego de un concierto ofrecido por los niños del coro y la orquesta Esperanza Azteca en las inmediaciones de la Expo Mundo Imperial, la comitiva andina y sus anfitriones nacionales pudieron degustar de un menú que rescataba las esencias de las gastronomías peruana y mexicana, pero con un toque muy actual.
Desde un tiradito muy peruano hasta un pato con mole encacahutado por parte de México, pasando por una parihuela de pescados y mariscos, así como un nicuatole crujiente de guayaba, como postre, esa noche del sábado 28, un selecto grupo de invitados vivió un viaje redondo entre las tierras incas y las playas del puerto guerrerense.
En el evento estuvieron presentes, entre otros importantes personajes, la presidenta de Viva en el Mundo, Ingrid Yrivarren, quien celebró que los lazos de hermandad entre México y Perú están más fuertes que nunca.
Asimismo, destacados artistas plásticos se hicieron presentes, entre ellos, los que donaron sus obras para una subasta que recaudó alrededor de 4,500 dólares en pro de las personas afectadas por los sismos.
Empresarios como el chocolatero Fernando Panizo, quien festejaba su muy cercano ingreso al mercado mexicano, a través de las tiendas Liverpool, también estuvieron presentes.
Por parte de México destacó la presencia de la chef Susana Palazuelos quien una noche antes dio la bienvenida a los peruanos, muy a su manera, en su restaurante de punta Diamante: Zibu.
Haciendo alarde de su excelente anfitrionía y su todavía mejor cocina, junto con su joven hijo, el chef Eduardo Palazuelos, ofrecieron a los invitados un menú muy especial que arrancó en una chilapita chilpancingueña y remató con un flan de maíz con puré de plátano macho. El plato fuerte de la noche fue un pescado con salsa de chile de árbol.
Allí, entre flores y velas sobre las mesas, y acompañados del mariachi, en representación del gobierno de Guerrero, el subsecretario de Turismo, Jesús Padilla, agradeció a la distinguida comitiva su presencia y apoyo. Pero, sobre todo, revaloró la confianza y difusión que puedan hacer los peruanos, más allá de las fronteras mexicanas, del mensaje de que México está en pie y listo para recibir viajeros.