La historia y las bebidas espirituosas escriben relatos de la mano. Se dice que el acto de brindar tuvo origen durante el siglo IV a.C. en la antigua Roma, cuando era común envenenar el vino o el champagne de todo aquel que representara una amenaza. Como símbolo de confianza, los anfitriones y los invitados chocaban fuertemente las copas, lo que producía que el líquido de una `brincara´a la otra. De esta forma, estaba claro que no existía peligro alguno, pues ambos bebían lo mismo.
El monje Pierre Pérignon, artífice del champagne que lleva su apellido, y el rey Louis XIV fueron personajes importantes del siglo XVII. El monarca francés disfrutaba los buenos espirituosos gracias a sieur Claude Tribouleau, comerciante del vino, que lo llevaba hasta el palacio de Versalles. Con ello como inspiración, la marca de espirituosos y el afamado chef francés Alain Ducasse -merecedor de 21 estrellas Michelin- colaborarán para reinterpretar las extraordinarias cenas que organizaba el rey Sol.
Dom Pérignon Plénitude 2 1998
La inigualable experiencia gastronómica, coprotagonizada por Dom Pérignon Plénitude 2 1998, se llevará a cabo a partir de enero del próximo años en el Palacio de Versalles dentro del restaurante del experto, en la primera planta del Pabellón Dufour. Donde, el menú que engendrará meticulosamente Ducasse, tendrá como finalidad explotar las notas de lo que define como un “champagne que es trabajo de un verdadero genio”. “Adoro este vino que expresa por completo el mensaje de Dom Pérignon, su etérea efervescencia y notas suaves tostadas”, afirmó.
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Si dentro de alguna de tus listas de cosas por hacer, se encontraba gozar una cena al estilo de los reyes de Francia, preparada por una de las personalidades más importantes del panorama culinario internacional, entonces no puedes dejar de visitar la Ciudad de la Luz para vivir una velada en Versalles.