Sin duda el chaleco es una de las prendas indispensables en el armario de cualquier gentleman. No solamente es una pieza clásica y elegante, también una muy flexible que puede adaptarse a diferentes estilos. Si lo que buscas es elevar tu vestuario de manera rápida y sencilla, esta es tu mejor opción.
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Aunque utilizar un chaleco no sea complicado, existen algunas reglas que te ayudarán a verte mucho mejor con él. En seguida te presentamos algunos de los lineamientos que te harán lucir como todo un conocedor del estilo sin que debas esforzarte demasiado.
Escoge el fit indicado
Uno de los errores más comunes que fácilmente pueden cometerse con cualquier prenda es no escoger la talla indicada. Un chaleco apropiado no es holgado y se ajusta adecuadamente a la silueta. Igualmente, ten en cuenta que los costados deben alcanzar el cinturón y la parte inferior rebasar ligeramente la cintura.
Úsalo con chinos o jeans
Para ocasiones casuales tu mejor opción será usar un par de jeans o chinos para completar tu look. Con una camisa y chaleco sencillos tendrás como resultado un atuendo que demuestra tu estilo y elegancia de manera sutil. No temas experimentar con pantalones de colores más vivaces si lo que quieres es mostrar tu personalidad.
Cuida la combinación de colores
Toma en cuenta que es importante combinar los textiles y armonizar la paleta de color al momento de vestirte para eventos más formales. Procura siempre tener una misma textura y patrón entre tus pantalones, chaleco e incluso saco. En cuanto a los tonos, no te preocupes de variar un poco entre los diferentes componentes del atuendo.
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Deja abierto el último botón
Regla de oro que te hará lucir como alguien que ha usado chalecos toda su vida. Es sorprendente que algo tan sencillo como dejar el último botón abierto pueda hacer maravillas por tu imagen. Es primordial que procures mantener el resto de tu chaleco cerrado para que no luzca como un accidente.
Juega entre un look casual y uno formal
La maravilla de esta prenda es la facilidad para hacerla lucir más relajada o seria. Usa accesorios como corbatas o bufandas y combina prendas como sacos y pantalones de mezclilla para tener diferentes combinaciones que puedan hacer de un outfit aburrido uno mucho más interesante y útil para diferentes ocasiones.